LA HABANA.- Cuba anunció este lunes que acogerá amistosamente a los "peregrinos" que llegarán a la isla con motivo de la visita del papa Benedicto XVI, del 26 al 28 de marzo, en un gesto sin precedentes hacia los cubanos emigrados.
"Acogeremos asimismo, con la amistad que nos caracteriza, a los miles de peregrinos que estarán junto a nosotros en esas jornadas seguramente memorables", dijo el diario oficial Granma, en un editorial de portada titulado "Bienvenido a Cuba Su Santidad Benedicto XVI".
Aunque Granma no mencionó el país de procedencia de los "peregrinos", la Iglesia Católica ha informado que cientos de fieles cubanoamericanos de Miami -bastión del anticastrismo- y de Nueva York viajarán para ver al Papa, quien visitará la isla en el marco de una gira que también lo llevará a México.
El 1 de marzo la Conferencia Episcopal cubana indicó que había tres vuelos especiales confirmados desde esas dos ciudades de Estados Unidos, pero el viernes pasado la Arquidiócesis de Miami anunció que habilitaría vuelos adicionales.
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, viajará con esos fieles. La Iglesia ha dicho que el Papa llegará a Cuba como peregrino de la Virgen de la Caridad del Cobre, en el Año Jubilar por los 400 años de la aparición de su imagen, y que abogará por la "reconciliación y unidad" entre los cubanos.
"El Papa (...) va a hablar del amor cristiano, va a hablar de la reconciliación y de la unidad entre los cubanos", declaró el portavoz de la Conferencia Episcopal cubana, el sacerdote José Félix Pérez, el 1 de marzo.
Benedicto XVI, que oficiará misas en La Habana y Santiago de Cuba (sudeste), "nos ayudará a perfilar nuestro sendero de renovación nacional y a procurar abrir nuevas puertas para conseguir su consecución", aseguró la revista católica cubana Espacio Laical en su último editorial.
Granma pronosticó una "presencia masiva de la población de Santiago de Cuba y La Habana, junto a compatriotas de otras provincias", en las misas y actos de bienvenida y despedida del papa, de modo similar a lo que ocurrió durante la visita de Juan Pablo II en 1998.
Previo a la gira de este último, que marcaría el fin de la época del hielo en las relaciones entre la Iglesia y el gobierno comunista, la Arquidiócesis de Miami comenzó a organizar una visita de peregrinos que viajarían a Cuba en barco, pero no obtuvo autorización de La Habana.
Sin embargo, el presidente Raúl Castro, quien en 2006 recibió el mando de su hermano Fidel, afectado por una grave crisis de salud, autorizó ahora la masiva llegada de fieles desde Estados Unidos, a condición de que viajen en avión, según dijeron los organizadores de la visita.
En Estados Unidos vive la mayoría de los emigrados cubanos. Esta autorización es reflejo del nuevo enfoque de Raúl Castro hacia los emigrados cubanos, quienes hasta el año pasado sufrían la confiscación de sus bienes al marcharse de la isla, y también del fluido diálogo que mantiene con la Iglesia desde mayo de 2010, que condujo a la liberación de 130 presos políticos.
La Iglesia es desde entonces el único interlocutor del gobierno en la isla. La visita de los peregrinos de Miami y Nueva York también ha sido facilitada por la flexibilización de los viajes e intercambios con Cuba por motivos familiares, académicos, culturales, deportivos o religiosos, que aprobó en 2010 el presidente estadounidense, Barack Obama.
El viaje de los peregrinos de Estados Unidos ha levantado críticas de sectores radicales del exilio cubano y de parte de la oposición interna, que señalan que la visita papal puede significar un espaldarazo al gobierno.
Por otra parte, un portavoz de la Conferencia de Obispos de Cuba confirmó este lunes a AFP que el "papa-móvil", el automóvil en que se desplaza la máxima autoridad católica, ya arribó a Santiago de Cuba (900 km al sudeste de La Habana), la segunda ciudad de Cuba.
El Papa llegará a Santiago de Cuba el lunes 26 procedente de México y al día siguiente viajará a la capital, donde concluirá su visita el 28.