BEIJING - China aprobó hoy la revisión de una ley que permitiría detenciones secretas por parte de la policía, pese a la creciente oposición de abogados, activistas y grupos defensores de los derechos humanos.
La revisada Ley de Procedimiento Criminal fue apoyada por el 92 por ciento de los 2.872 delegados en una rápida votación al finalizar el anual Congreso Nacional del Pueblo, que duró diez días, en Beijing.
La normativa permite someter a "vigilancia residencial" de hasta seis meses a una persona sin informar a sus familiares si un sospechoso es arrestado por cargos vinculados con la seguridad del Estado o terrorismo o si la notificación al os familiares pudiera obstaculizar la investigación de un crimen.
En otros casos, la policía está obligada a informar a los familiares de un sospechoso en las 24 horas desde su detención. La detención secreta, sin embargo, no se permitirá en el caso de grandes delitos económicos, como preveía un primer borrador.
El gobierno emitió un borrador de ley para someterlo a consulta el septiembre, despertando un fuerte criticismo. La ley podría "violar las obligaciones de China de cumplir el derecho internacional", señaló el martes la organización Human Rights Watch.
Uno de los aspectos más controvertidos es que permite mantener a un detenido incomunicado en una localización sin determinar. "Ello supone un claro peligro para los críticos del gobierno y activistas de los derechos humanos y contraviene las obligaciones internacionales de China", criticó Sophie Richardson, la directora de la organización para China.
Amnistía International criticó también el artículo 73 de la ley, que legaliza "la práctica cada vez más común" de "desapariciones forzosas" de activistas y disidentes. Los activistas ya describen en sus blogs a compañeros desaparecidos como "sometidos al artículo 73".
"La extensión de los poderes policiales legalizará en la práctica las detenciones secretas y desapariciones", dijo Catherine Baber, vicedirector de Asia Pacífico de Amnistía Internacional. "China está creando un sistema judicial penal de dos vías".
También el conocido artista y activista Ai Weiwei criticó la nueva ley como "ilegal" y contraria a las convenciones de la ONU que piden evitar las detenciones secretas, señaló en Beijing. Según Awi Weiwei, la ley también es contraria a derechos humanos fundamentales y principios morales.
"Dará a la policía muchas excusas para actuar violando la ley y desatará el pánico entre la población", dijo el artista que pasó el año pasado dos meses en un lugar desconocido bajo esa "vigilancia residencial".