MONTEVIDEO.- Una jeringa encontrada cerca de una paciente muerta hace una semana fue clave para aclarar el caso de dos enfermeros uruguayos que fueron procesados el domingo por el homicidio de 16 pacientes internados en dos centros sanitarios de Montevideo.
Gladys Lemos, una mujer diabética de 74 años, internada en el Hospital Maciel, dependiente del Estado, murió repentinamente el lunes 12 de marzo poco después de recibir el alta médica.
La mujer estuvo internada diez días por diversos problemas físicos pero los médicos lograron estabilizarla. Sin embargo, tras recibir el alta, se descompensó y poco después murió.
La policía uruguaya, que desde el mes de enero investigaba algunas muertes dudosas en el hospital, encontró una jeringa próxima a la mujer con restos de lidocaína que no le había sido recetada por los médicos y, posteriormente, se determinó que la jeringa provenía de otro centro sanitario privado, según indicaron fuentes ligadas al caso.
De las investigaciones surgió la responsabilidad de un enfermero, de 39 años, que trabajaba en el hospital y también en la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos, de donde sustrajo la jeringa.
La policía también detuvo por la misma causa a otro enfermero de 46 años, quien igualmente trabajaba en el centro de salud privado, por lo que el juez penal Rolando Vomero los procesó y dispuso el ingreso en prisión de ambos acusados de "homicidio especialmente agravado".
"Por fotografías uno (de los acusados) reconoció a cinco y otro a once de las víctimas y las investigaciones continuarán", destacó el magistrado tras una jornada de interrogatorios que se extendió por once horas.
Uno de los enfermeros "aplicaba morfina" a las víctimas y otro "aire por vía central" lo que "ocasionaba la muerte en pocos minutos", detalló Vomero.
El magistrado dijo que de las investigaciones "no surge conexión" entre los casos y agregó que fueron "situaciones independientes".
Los defensores de los enfermeros afirmaron que los ahora encarcelados actuaron "por piedad" y para "atemperar el dolor de sus pacientes", aunque el juez Vomero dijo que las víctimas "no todas eran pacientes terminales".