Benedicto XVI llegará a Cuba el 26 de marzo.
EFESANTIAGO.- El Papa Benedicto XVI dijo hoy, camino a México y Cuba, que la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad y que la Iglesia está dispuesta a ayudar a la construcción de una nueva sociedad.
"Es evidente que hoy día la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad y así no se puede construir una sociedad. Deben encontrarse nuevos modelos con paciencia y de forma constructiva", refirió el Pontífice.
"Ese proceso -prosiguió- exige paciencia y decisión y queremos ayudar con espíritu de diálogo para evitar traumas".
El Papa abogó por ayudar a la construcción de una sociedad fraternal y justa y reiteró que "en ese sentido queremos colaborar".
"Es obvio que la Iglesia está siempre de la parte de la libertad, de la parte de la conciencia y de la libertad de religión y en ese sentido continuaremos con nuestro camino hacia adelante", señaló.
Benedicto XVI dijo que viaja a Cuba siguiendo las huellas de Juan Pablo II en aquel histórico viaje de 1998 y que su visita a la isla "es de absoluta continuidad" con la de su antecesor.
Recordó que en aquel viaje Juan Pablo II pronunció la famosa frase: "Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba" y para Benedicto XVI, hoy en el avión que le conduce de nuevo a América Latina, esas palabras son "de absoluta vigencia".
Sobre el México que va a visitar, un país que padece la violencia debida al narcotráfico, donde se habla de 50.000 muertos en los últimos 5 años, el papa fue preguntado si va a tener palabras para los narcotraficantes y algún tipo de condena, ya que algunos de ellos se llaman católicos y son benefactores de la Iglesia.
El papa respondió que la violencia y el narcotráfico es un gran problema para México y que la Iglesia católica tiene una gran responsabilidad en un país con tantos católicos (91 % de la población) para educar las conciencias.
"Hay que hacer todo lo posible contra este mal destructor de la humanidad y de nuestra juventud. La primera cosa es anunciar a Dios, el juez que nos ama y nos empuja al bien y a la verdad y a luchar contra el mal", refirió.
Y añadió: "La Iglesia católica tiene que educar las conciencias, educar en la responsabilidad moral y desenmascarar el mal. También tiene que desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza al hombre y desenmascarar las falsedades, las mentiras y el engaño".