BAMAKO.- El capitán Amadu Haya Sanogo, jefe del grupo militar que depuso al Presidente maliense, Amadu Tumani Turé, señaló que devolverá a más tardar en nueve meses el poder a nuevas autoridades.
En una declaración a la cadena de televisión privada maliense "Africable", el capitán Sanogo sostuvo que cuenta con la confianza de todas las Fuerzas Armadas.
"Devolveré el poder en tres, seis o nueve meses, después de mi misión. Tengo ministros conmigo y relaciones con los miembros de la comunidad internacional", indicó el jefe de la Junta Militar.
El que se presenta ya como el nuevo presidente de Mali insistió en rechazar la calificación de golpista y señaló que cuenta con la confianza de todas las fuerzas armadas y de seguridad "sin excepción".
"Somos soldados que tenemos consciencia de la realidad y hemos asumido el riesgo de actuar. No hemos matado a nadie. Lo que si es cierto, es que en el momento oportuno, cada un responderá de sus actos ante una jurisdicción competente", dijo sin dar mas precisiones.
"Confianza y humildad, es lo que yo pido al pueblo", manifestó el jefe golpista antes de afirmar que no está manipulado ni afiliado a ningún partido político.
"No pertenezco a ningún partido político. Jamás he votado en mi vida. Mi objetivo, es que Mali tenga un Ejército competitivo, equipado, profesional. Un país que tenga calma y viva en el perdón y la paz. Esta es la imagen que yo quiero que tenga Mali de mi y de mi equipo en el momento de partir", agregó.
En contrapartida, el capitán Sanogo no dio ningún dato sobre el programa o cambio político ni ofreció ninguna novedad sobre el paradero del depuesto presidente Turé.
El capitán Sanogo apareció por primera vez en la televisión ORTM al alba del jueves para confirmar el golpe de estado y anunciar la suspensión de la Constitución y de las instituciones.
En sus alocución indicó haber constituido, junto con los otros militares golpistas, el Comité Nacional para Comité Nacional para el Restablecimiento de la Democracia y la Restauración del Estado (Cnrdre), e invitó a los partidos políticos y a la sociedad civil a una gestión "en el marco patriótico" para enderezar el país.
Los golpistas justificaron su acción con el argumento de que Turé se había revelado incapaz de solucionar o gestionar la crisis del norte del país y le culparon de no haber dotado al Ejército de los recursos necesarios para hacer frente a la rebelión secesionista tuareg ni a las bandas vinculadas a Al Qaeda.
Desde mediados de enero, los tuaregs del denominado Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) mantienen una guerra abierta con el ejército maliense, que ha sufrido decenas de bajas y muchos de cuyos efectivos han sido capturados por los separatistas.
Al mismo tiempo, los combates han provocado el desplazamiento de unos 100.000 malienses, que han buscado refugio en los países vecinos como Argelia, Mauritania, Níger o Burkina Faso, mientras que otros 95.000 se han marchado a otras zonas más tranquilas dentro de Mali huyendo de los combates.
El MNLA reclama la independencia del Azawad, una amplia región de 850.000 kilómetros cuadrados.