Fueron encontradas marcas de balas en uno de los muros donde vivía Mohamed Merah.
AFP, archivo.PARÍS.- El presidente francés, Nicolás Sarkozy, reunió hoy en el palacio del Elíseo al primer ministro, François Fillon, y varios miembros del Gobierno tras la polémica provocada por la actuación policial en la operación que acabó con la muerte del asesino confeso de siete personas en Toulouse y Montauban.
Al encuentro para tratar sobre la seguridad tras los atentados de los últimos días en la región de Toulouse, del que informó la Presidencia, asisten el ministro de Interior, Claude Guéant, y el de Justicia, Michel Mercier.
Además acudieron a la cita el director de la Policía y los responsables del cuerpo de elite responsable de la operación contra Mohamed Merah así como el de los servicios secretos.
En plena campaña electoral, la actuación ha sido cuestionada por la intervención del cuerpo de elite y hay quienes sostienen que hubiera sido posible arrestarle con vida.
El candidato socialista a la presidencia, François Hollande, se preguntó si no había habido fallos en los servicios de espionaje franceses, que no vigilaron lo suficiente a Merah pese a sus vínculos con medios salafistas.
Por otro lado, la madre de Merah fue liberada anoche, tras haber estado bajo arresto desde el pasado miércoles, cuando se lanzó la operación contra su hijo, que acabó muerto alcanzado por los disparos.
Abdelkader Merah, hermano mayor del asesino confeso, y su novia, también arrestados ese día, fueron trasladados a París y son interrogados por los servicios antiterroristas francesas, que tratan de determinar si prestaron apoyo logístico a Mohamed.
Muy vinculado con medios religiosos islámicos, el hermano mayor tenía explosivos en su vehículo cuando fue detenido el pasado miércoles.
Según la televisión BFM, los investigadores consideran que ayudó a su hermano a robar la moto en la que se desplazó para cometer sus asesinatos.
La página web del semanario "Le Point" señala que en los interrogatorios ante la policía Abdelkader Merah se mostró "orgulloso" de su hermano.
En su domicilio, los investigadores encontraron una gran cantidad de libros coránicos y conocidos le describen como una persona profundamente religiosa y que obligó a su madre a ponerse el velo islámico.
La Policía trata de determinar si ayudó a su hermano a adquirir las armas, valoradas en unos 20.000 euros.