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Los perfiles psicológicos de los autores de algunas de las masacres más recordadas

Cada uno de los homicidas tenía motivaciones distintas que los hizo actuar. Aquí un recuerdo de los hechos que causaron conmoción por la violencia utilizada.

25 de Marzo de 2012 | 13:03 | Agencias

SANTIAGO.- La masacre ocurrida en la ciudad francesa de Toulouse hizo recordar una serie de hechos que han perpetrados diversos sujetos, que con motivaciones diametralmente distintas, han quedado en la historia negro como autores de la muerte de decenas de personas.

Masacre de Columbine


La mañana del 20 de abril de 1999, los jóvenes Eric Harris (18) y Dylan Klebold (17) llegaron hasta una escuela secundaria en Colorado. Provistos de un gran arsenal, comenzaron una masacre que le costó la vida a 13 personas (12 alumnos y un profesor), mientras que ellos se suicidaron. Tras el hecho fallecieron otras dos personas que habían quedado gravemente heridas.


La investigación posterior estableció que los autores de la peor matanza ocurrida al interior de un colegio que se recuerde en Estados Unidos, presentaban problemas psicológicos y emocionales.


Se descubrió además, que ambos adolescentes planeaban hace un año atentar contra el colegio y que la matanza, según un escrito y videos hallados tras el suceso, mostraban su intención de vengarse de quienes los habían molestado y rechazado.


Virgina Tech


También en EE.UU., el 16 de abril de 2007 ocurrió la mayor tragedia ocurrida al interior de una universidad en ese país. Cho Seung Hui (23), un estudiante surcoreano de Virginia Tech, mató a 32 personas al interior de ese campo de estudios.


En un "manifiesto" grabado en video y en un conjunto de 43 fotos donde empuñaba armas, el estudiante explicó al mundo su rabia y su resentimiento. "Ustedes me arrinconaron y me dieron sólo una opción", decía en la grabación, enviada a un canal de TV en medio de la masacre.


En dos horas, Cho acribilló a la treintena de personas y se suicidó. Pero su idea era trascender: "Vandalizaron mi corazón, violaron mi alma y quemaron mi conciencia (...) Muero como Jesucristo, para inspirar a generaciones de débiles e indefensos".


"Carnicero de Oslo"


El pasado 22 de julio, Noruega vivió uno de sus días más negros. El nacionalista Anders Behring Breivik (32) provocó el terror en uno de los países más tranquilos del mundo al perpetrar dos atentados. El primero de ellos sucedió en el centro de la ciudad de Oslo, cuando provocó una gran explosión en medio de las dependencias gubernamentales. Tras ello, se dirigió hasta la isla de Utoya donde masacró a decenas de jóvenes que participaban en un campamento del oficialista partido Laborista. Tras el balance final de las autoridades, el hombre acabó con la vida de 77 personas.


Análisis psiquiátricos posteriores a la matanza, concluyeron que el sujeto actuó bajo un estado demencial. Además estableció que Breivik desarrolló durante un largo período una esquizofrenia paranoide y que vive "en su universo propio de delirios de grandeza y bizarros".


De acuerdo a un manifiesto de 1.500 páginas que había escrito, el sujeto hablaba sobre una "guerra de razas" y justificaba el "terrorismo como un medio para despertar a las masas". Si bien reconoció que sus actos fueron "atroces", aseguró que éstos fueron necesarios. Hoy en día está a la espera del juicio en su contra que comenzará en abril.


"Asesino de Toulouse"


Conocido como el "asesino de la moto", Mohamed Merah, mató a siete personas, entre soldados franceses y niños judíos, en dos hechos ocurridos el 15 y 19 de marzo, que causaron la indignación y preocupación de las autoridades gubernamentales galas.


Tras un extenso operativo de 32 horas, el sujeto (23) de origen argelino, fue muerto por efectivos de la fuerza de elite. ¿Pero qué buscaba Merah con el doble ataque? Según los antecedentes que aportaron los agentes policiales que participaron durante las negociaciones, el joven justificó el ataque a la escuela judía porque quería "vengar a los niños palestinos", mientras que los asesinatos a los uniformados fueron en venganza por la intervención del Ejército galo en varios países.


También se declaró miembro de la red terrorista de Al Qaeda, siendo un muyahidin (combatiente de Dios), mientras que cuando era menor fue condenado en "quince ocasiones" por diversos delitos y presentaba un "perfil violento", "problemas de comportamiento" compatibles "con la extrema violencia de los hechos" recientes, según dijo el fiscal de París.

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