SANTIAGO DE CUBA.- El Papa Benedicto XVI celebró esta noche su primera misa en suelo cubano tras su llegada a la isla en la histórica visita pastoral que se prolongará durante 48 horas.
Decenas de miles de cubanos, muchos venido de fuera de la isla, asisten en la plaza "Antonio Maceo" de Santiago de Cuba a la misa que oficia el Pontífice.
"Cuando Dios es arrojado fuera, el mundo se convierte en un lugar inhóspito para el hombre", expresó el Santo Padre en su homilía.
"Queridos hermanos, ante la mirada de la Virgen de la Caridad del Cobre, deseo hacer un llamado para que den nuevo vigor a su fe, para que vivan de Cristo y para Cristo y con las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luchen para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre, que refleje más la bondad de Dios", resaltó.
El Pontífice también subrayó la necesidad de defender a la institución familiar. "Dios ha encomendado a la familia fundada en el matrimonio la altísima misión de ser célula fundamental de la sociedad y verdadera Iglesia doméstica", expresó.
Por ello, los matrimonios han de ser para sus hijos "signo real y visible del amor de Cristo por la Iglesia", añadió.
"Cuba tiene necesidad del testimonio de su fidelidad, de su unidad, de su capacidad de acoger la vida humana, especialmente la más indefensa y necesitada", subrayó, en una clara referencia condenatoria a la práctica del aborto, que es permitida por el régimen cubano.
La multitudinaria misa conmemora el 400° aniversario del hallazgo de la Virgen de la Caridad de El Cobre, Patrona de Cuba.
Asistió a la ceremonia el Presidente del país, Raul Castro, quien ocupa la primera fila vestido con una camisa blanca.
También estuvieron presentes los 17 obispos cubanos, encabezados por el cardenal de La Habana, Jaime Ortega, y numerosos prelados latinoamericanos.
Cánticos para desafiar el calor
La imagen de la "Virgen Mambisa", como es también conocida la Patrona de Cuba, fue llevada a la plaza en procesión poco antes de que comenzara la ceremonia y colocada en el altar mayor.
Durante la celebración eucarística, el Santo Padre le ofrece una rosa de oro.
El altar fue levantado delante del monumento de Antonio Maceo, uno de los héroes de la resistencia cubana, y en el mismo dominan los colores blanco, azul y rojo, los de Cuba.
El Pontífice llegó a la plaza en el "Papamóvil", que recorrió el recinto en medio de aplausos, vivas y cánticos de los presentes, muchos de los cuales lo esperaban desde primeras horas de la mañana, desafiando el calor y la humedad.
Los presentes, entre quienes dominaba el color blanco en sus ropas, bailaron, ondearon banderas del Vaticano y de Cuba y soltaron globos, en medio de un ambiente festivo.
Los vivas a la Virgen de la Caridad y cantos dedicados expresamente a ella, con sones cubanos, no cesaron en toda la jornada.
Concluida la misa, el Papa se traslada al seminario San Basilio Magno, a 22 kilómetros de Santiago, en el poblado de El Cobre, a pocos metros del Santuario de la Virgen de la Caridad, que visitará mañana antes de emprender viaje a La Habana.
Obispo pide ayuda para la reconciliación
El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio Guillermo García Ibáñez, pidió hoy ayuda al Papa para que el pueblo cubano busque la solución a sus problemas nacionales por medio de "la misericordia, el diálogo, el respeto y la reconciliación".
"Ayúdenos, Santo Padre, a que este pueblo no tema en hacer realidad el deseo de todos de buscar la solución a nuestros problemas nacionales por medio de la misericordia, el diálogo, el respeto y la reconciliación", afirmó el prelado en el saludo que dirigió al Santo Padre.
García Ibáñez destacó que el Pontífice llegó hoy a Cuba como "un peregrino de la Caridad", la Patrona de la isla. También restaltó que es "necesario" superar todas las barreras que separan a los cubanos entre sí.
"Somos un pueblo mestizo, de culturas y orígenes diversos que se mezcló racial, social, y culturalmente en esta isla hermosa, acogedora, bendecida por Dios y difícil de olvidar, de tal manera que hoy todos, donde quiera que estemos, llevamos con orgullo el nombre de cubano", dijo.
Añadió que "recelan" de "toda injerencia foránea en nuestros asuntos" y que están comprometidos en lograr con esperanza y decisión una república "próspera, incluyente y participativa, con todos y para el bien de todos".