BRASILIA.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) investigará la muerte durante el régimen militar brasileño del periodista Vladimir Herzog, cuyo cadáver fue encontrado dentro de una celda de un cuartel en 1975.
La información fue confirmada por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), la Fundación Interamericana de Defensa de los Derechos Humanos (FIDDH), el Grupo Tortura Nunca Mais y el Centro Santo Días, de la Archidiócesis de Sao Paulo, los que patrocinaron la denuncia.
Añadieron que el gobierno brasileño fue notificado el martes, con el fin que indague y entregue los antecedentes que posea sobre el caso.
De acuerdo a las entidades defensoras de los derechos humanos, con dicha notificación la CIDH, ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), abrió "oficialmente" la investigación solicitada en 2011.
Las cuatro entidades acusan al Gobierno brasileño de "omisión" en el ejercicio de la justicia y de no dar respuesta al pedido legal interpuesto para esclarecer la muerte del periodista, nacido en la antigua Yugoslavia y nacionalizado brasileño.
Herzog, quien tenía una amplia trayectoria nacional e internacional en medios de prensa, fue encontrado muerto el 25 de octubre de 1975 en la celda que ocupaba en un cuartel del Ejército en Sao Paulo, al que se había presentado a declarar un día antes sobre sus supuestos vínculos con movimientos de izquierda.
Según la versión oficial de la época, el periodista, entonces de 38 años, fue encontrado ahorcado con su propio cinturón en una ventana de la celda.
Pese a que los tribunales determinaron entonces que se había tratado de un presunto suicidio, una fotografía del cadáver divulgada por el régimen despertó sospechas de que Herzog fue torturado y asesinado.
La imagen permitió determinar que el periodista era más alto que la ventana desde la que supuestamente se ahorcó, y los pies le arrastraban por el suelo.
Reapertura negada por amnistía
En 1976, la familia de Herzog presentó una acción civil en la que refutaba la teoría de suicidio y en 1992 el Ministerio Público de Sao Paulo pidió reabrir el caso, pero el tribunal determinó que la Ley de Amnistía promulgada en 1979.
En 2008, una nueva tentativa para reabrir el proceso también fracasó, esta vez por prescripción.