Hasta el momento se desconoce si los últimos enfrentamientos han dejado víctimas.
EFE
BEIRUT.- Las fuerzas sirias atacaron hoy a los rebeldes, dijeron activistas opositores, cuando faltan cuatro días para el retiro de las tropas acordado por el Presidente Bashar al-Assad como parte del plan del enviado internacional Kofi Annan para terminar con un año de enfrentamientos.
La renovada violencia estalló un día después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijera que el conflicto estaba empeorando y que los ataques a las zonas civiles persistían, pese a que Damasco señalara que sus tropas iban a comenzar a replegarse bajo el plan.
Annan, mediador de la ONU y la Liga Árabe, dijo que se necesita una acción más fuerte con urgencia para detener todas las formas de violencia para el 12 de abril, dos días después de que el Ejército retire sus tropas y armamentos pesados de las ciudades.
Pero activistas reportaron disparos de tanques en al menos tres centros urbanos el viernes: Douma, cerca de Damasco, Homs y Rastan.
"Los tanques entraron anoche a Douma y después se fueron. Hoy volvieron. Se han producido disparos en Douma desde la mañana. No estamos seguros de que se hayan producido muertes, pero los tiros no se detuvieron", dijo un activista local.
"Al menos cinco tanques y 10 buses con hombres de seguridad y Shabiha (la milicia pro-Assad) entraron a Douma", agregó.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que las tropas estaban enfrentando a los rebeldes en Douma y Rastan. No hubo reportes inmediatos de víctimas.
Los bombardeos a ciudades en la noroccidental provincia de Idlib ha producido un enorme éxodo de refugiados sirios. Turquía dijo que había 23.835 refugiados sirios en su territorio.
Más de 2.800 llegaron a Turquía ayer, dijo un funcionario local, más del doble de la cifra máxima diaria.
Miles de sirios también han huido a Líbano y Jordania. Un estimado de 50.000 a 60.000 han dejado el país.
Escepticismo occidental
Más de 42.000 sirios dejaron el país en el último año desde que la revuelta contra el Gobierno de 42 años de la familia Assad comenzó hace un año.
El Gobierno de Assad emitió esta semana su última cifra oficial y comunicó a la ONU que 6.044 personas habían muerto en el conflicto, de las cuales 2.566 eran soldados y policías.
La ONU cree que las fuerzas de Assad mataron a más de 9.000 personas en el levantamiento.
Ban habló ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU y se mostró pesimista sobre la situación en Siria.
"Pese a que el Gobierno sirio aceptó el plan del enviado especial respecto a propuestas iniciales para resolver la crisis, la violencia y los ataques a zonas civiles no se ha detenido. La situación se sigue deteriorando", sostuvo.
Las potencias occidentales no están convencidas de que Assad honre la tregua y creen que buscará ganar tiempo para atacar al Ejército de Siria libre y detener a los manifestantes.
Tampoco está claro si el Ejército de Liberación Sirio tiene control suficiente sobre sus combatientes para cumplir con la fecha de cese del fuego establecida por Annan.
El Consejo de Seguridad acordó ayer un comunicado en el que urge a Siria a cumplir con la fecha límite de Annan, quien dijo que tanto Gobierno como la oposición deben detener los combates para las 06:00 horas locales del 12 de abril, si Damasco cumple con la fecha tope del próximo jueves para detener sus ataques.
El ex Jefe de Estado Conjunto del Ejército de Noruega, mayor general Robert Mood, de 54 años, arribó ayer a Siria con un equipo de avanzada de 10 personas para decidir cómo cerca de 250 observadores de la ONU supervisarán la tregua entre el Ejército y los insurgentes.
Algunos analistas afirman que la llegada de hombres con cascos azules de la ONU alentará el retorno de las manifestaciones masivas, como sucedió cuando una misión de observadores de la Liga Árabe comenzó a operar en Siria en diciembre, para retirarse posteriormente debido al aumento de la violencia.
