BUENOS AIRES.- El total de muertos por el inédito temporal que se produjo la noche del miércoles al jueves en Buenos Aires y su periferia ascendió a 17 según los últimos datos oficiales conocidos este viernes, mientras miles de personas siguen sin luz y otros servicios básicos.
El ministerio de Seguridad informó esta tarde del fallecimiento del gendarme Raúl Bertilio Alarcón, quien perdió la vida cuando el viento arrasó un puesto de vigilancia en Villa Soldati, en la capital argentina, en el que se encontraba la víctima junto a otros tres efectivos que resultaron heridos.
Por el temporal, de características inéditas en la zona, perdieron la vida cinco personas en Buenos Aires y 12 en su periferia y en la provincia de Santa Fe, mientras que se registraron centenares de heridos y alrededor de medio millar de evacuados, según fuentes gubernamentales y de Defensa Civil.
La mayoría de las víctimas murieron aplastadas o electrocutados por la caída de árboles, paredes, techos y cables de electricidad.
Los alcaldes de localidades devastadas piden pa ciencia a los vecinos para solucionar los inconvenientes y prestar ayuda.
"Esto ha sido una catástrofe. Se cayeron miles de postes de electricidad y de árboles, lo que dejó sin luz al 70% del distrito. Les pido pa ciencia a los afectados porque estamos trabajando", dijo el viernes Patricio Mussi, intendente de Berazategui, en la periferia sur, con unos 90.000 habitantes.
En la zona oeste del área metropolitana, la que sufrió el mayor embate, ráfagas de hasta 150 km/h levantaron totalmente los techos de viviendas, escuelas, galpones y clubes de fútbol, que fueron reducidos a hierros y chapas retorcidos, esparcidos a decenas de metros.
El fenómeno provocó importantes daños en clubes de fútbol como Huracán, San Lorenzo, Nueva Chicago y Barracas Central, donde se volaron techos de gimnasios y piscinas de invierno, se rompieron vidrios y cayeron torres de iluminación de estadios.
Todavía hay localidades muy pobladas de la periferia sur y oeste de Buenos Aires que están sin suministro de electricidad y, en consecuencia, en muchos distritos también está interrumpida la provisión de agua corriente.
El nombre técnico del fenómeno es "bow echo" o "eco en forma de arco", por la forma en que se lo ve en el radar y se caracteriza por generar fuertes ráfagas de viento, explicó Luciano Vidal, licenciado en Ciencia s de la Atmósfera de la Universidad de Buenos Aires.
El experto indicó que estas tormentas son habituales en otros puntos del país, pero no en la capital argentina y sus alrededores.
"No recuerdo otra tormenta así en el área metropolitana. Puede volver a suceder, pero no es común. Se trató de una situación tan extraordinaria como la nevada de 2007", señaló Vidal.
"Fue casi un tornado. Dimos el alerta con casi 24 horas de anticipación y en dos oportunidades. El cambio climático está haciendo que las tormentas sean cada vez más fuertes. Es el temporal de viento más fuerte del que tenemos registro", dijo Diego Santillo, ministro de Ambiente de Buenos Aires.