Un insurgente sirio hace el signo de victoria frente a un edificio reducido a escombros por la artillería del régimen de Bashar al-Assad.
ReutersNUEVA YORK.- Los temores por una posible expansión del conflicto interno en Siria más allá de sus fronteras, agudizadas por los sangrientos incidentes ocurridos el lunes en Líbano y Turquía, continuaban hoy y apuntaban a un tercer vecino: el todavía inestable Irak.
Según la ONU, la continuación de la violencia siria podría tener un impacto "peligroso" sobre este último país, sometido a un precario equilibrio entre sunitas, chiítas y kurdos, entre otras divisiones internas.
Un agravamiento del conflicto entre el régimen de Bashar al-Assad y los insurgentes que buscan derribarlo podría afectar al equilibrio de poderes iraquí e incrementaría la tensión entre sus distintas comunidades, señaló el alemán Martin Kobler, enviado especial de la ONU en Irak.
El diplomático intervino en la reunión que mantuvieron los miembros del Consejo de Seguridad sobre la situación en ese país árabe.
"Además, la violencia en Siria ya ha empezado a afectar a los refugiados iraquíes que viven en ese país", añadió. En ese marco, aseguró que su equipo trabaja ya en "un amplio plan de contención para mitigar los posibles efectos" de la violencia.
Ignoran plazo
La alerta de Kobler coincidió con el vencimiento hoy del plazo acordado entre el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, y Damasco para que las fuerzas del Gobierno de al-Assad se retiraran de las ciudades, sin que las autoridades sirias hayan dado señales de cumplir con esa meta.
La comunidad internacional, con el Consejo de Seguridad de la ONU y Annan a la cabeza, reiteró su llamamiento a Damasco para que, pese a este primer fracaso, el régimen sirio ponga fin a las hostilidades el jueves, 12 de abril.
Mientras tanto, el Primer Ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, consideró como una "violación de sus fronteras" el incidente en el que fuerzas de Siria tirotearon un campamento de refugiados en su territorio, dejando heridos a dos ciudadanos turcos y cuatro sirios.
Erdogan advirtió que su país adoptará "todo tipo de medidas" para evitar que se repitan incidentes de este tipo.