BRASILIA.- La despenalización del aborto de fetos anencéfalos, que sufren ausencia total o parcial del cerebro, quedó hoy al borde de ser aprobada en Brasil, luego de que cinco de los diez magistrados del Tribunal Supremo Federal (STF) votaron en favor de la medida.
El relator del proceso, Marco Aurelio Mello, abrió la sesión de este miércoles con una contundente defensa de la interrupción del embarazo en casos de anencefalia, y sostuvo que, en esas situaciones, no se aplica el principio de defensa de la vida, ya que "fetos anencefálicos no tienen vida".
Otros cuatro magistrados apoyaron el voto de Mello: Rosa Weber, Joaquim Barbosa, Luis Fuchs y Carmen Lucia. El sexto en expresar su opinión, Ricardo Lewandowski, se pronunció en contra de la despenalización.
Según el autor del voto de minoría, la medida abriría las puertas para la autorización del aborto de "incontables embriones que padecen de otras enfermedades que puedan acortar su vida intra o extrauterina".
Tras el voto del sexto magistrado, el presidente de la Corte Suprema, Cézar Peluzo, interrumpió la sesión, que será reanudada mañana para que se manifiesten otros cuatro jueces.
Sólo es necesario un voto favorable más para la despenalización del aborto en casos de anencefalia.
Protesta de grupos religiosos
El histórico juicio en el país que alberga al mayor número de católicos del planeta se desarrolla en medio de protestas de grupos religiosos, que desde este martes realizan una vigilia delante del edificio del STF para demandar que se mantenga la prohibición total del aborto.
El proceso en debate por la máxima corte constitucional sigue a una petición presentada en 2004 por la Confederación Nacional de los Trabajadores en Salud (CNTS), que argumentó que la prohibición del aborto de fetos anencéfalos representa "una tortura contra la madre".
El fundamento de esta posición reside en que desde el punto de vista médico no hay posibilidad de que estos bebés sobrevivan por un largo período, y supone un riesgo para la salud de la gestante.
Médicos consultados por el STF antes del juicio confirmaron que, en su mayoría, los bebés anencéfalos mueren instantes después de llegar al mundo y destacaron que el eletroencefalograma realizado a estos niños es idéntico al de una persona que sufre muerte cerebral.
"La anencefalia es incompatible con la vida y corresponde a la muerte cerebral", afirmó el ginecólogo Thomaz Gollop, de la Universidad de Sao Paulo (USP) y coordinador del Grupo de Estudios sobre Aborto de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).
No obstante, la poderosa Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) se opone a esta tesis y sostiene que la vida debe ser respetada hasta su término natural.
Desde este martes, decenas de manifestantes antiaborto de varias denominaciones, entre ellos católicos, pentecostales y "espiritualistas", realizan una vigilia delante del edificio del STF para pedir el rechazo a la propuesta de despenalizar la interrupción del embarazo en los casos de anencefalía.
"Queremos decirle sí a la vida y n' a la muerte", afirmó el sacerdote Pedro Stepien, del grupo católico Provida, quien agregó que los magistrados del STF "no tienen poder legislativo" y "no fueron elegidos por nuestro pueblo", y por lo tanto no pueden juzgar la legalidad del aborto.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS), en Brasil hay un caso de anencefalía por cada 700 nacimientos, lo que ubica el país en el cuarto lugar mundial en incidencia del problema. Se estima que, en las últimas dos décadas, jueces brasileños han autorizado el aborto en más de 5.000 casos de gestación de anencéfalos.