DAMASCO.- En las primeras horas de este jueves, marcadas por tensa calma, entró en vigor el alto el fuego previsto en el ultimátum fijado por el plan del emisario Kofi Annan para poner fin a los cruentos choques en Siria.
"La situación era calma en todas las regiones", describió el presidente del Observatorio sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, quien fue testigo de los primeros 60 minutos del cese en los combates.
No obstante, el directivo reportó breves detonaciones en Zabadani, cerca de Damasco.
"Tampoco hubo ningún movimiento para retirar los tanques" del Ejército sirio, agregó.
Unas horas antes de la expiración del ultimátum, las fuerzas que respaldan al régimen de Bashar al-Assad seguían masivamente desplegadas en varias localidades sirias.
El gobierno sirio, que reprime de manera sangrienta a la oposición, anunció que pondría fin a sus operaciones durante la jornada de hoy, aunque se reservó el derecho de responder a cualquier ataque "terrorista", como denomina a los insurgentes.
Los opositores también se comprometieron a respetar el ultimátum si Damasco hace lo mismo.
Acusado en repetidas ocasiones por la comunidad internacional de no cumplir con sus compromisos, el régimen será sometido a prueba en cuanto al cumplimiento del cese al fuego. Estados Unidos advirtió la víspera que juzgará a Damasco "por lo que hace, no por lo que dice".
La violencia ha dejado más de 10.000 muertos, en su mayoría civiles, desde el estallido de la revuelta contra al-Assad el 15 de marzo de 2011.
Tanto el Presidente de EE.UU., Barack Obama, como la canciller de Alemania, Angela Merkel, subrayaron el miércoles la necesidad de una acción "más decidida" del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia y China, aliados de Damasco, han bloqueado dos veces resoluciones que condenan la represión.
Si Damasco no respeta el alto a los combates, Gran Bretaña ya anunció que aumentará su apoyo a la oposición y buscará sanciones más duras. Francia, en tanto, procura que la ONU envíe observadores para verificar que tanto el Ejército como los rebeldes respetan la medida exigida por Annan.