BEIRUT.- Observadores de paz de la ONU tienen previsto comenzar su misión en Siria el lunes para supervisar un frágil cese del fuego minado por la persistente violencia y el bombardeo del bastión opositor de Homs por fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad.
El alto al fuego es parte de un plan más amplio negociado por el mediador internacional Kofi Annan, pero parecía cada vez más amenazado debido a que el Gobierno prometió el fin de semana reprimir una ola de "ataques terroristas" en Siria.
Un equipo de avanzada de cinco observadores desarmados llegó a la capital Damasco el domingo en la noche, afirmó un testigo.
Un funcionario sirio que escoltó al grupo en un hotel de Damasco dijo que se esperaba la llegada de más observadores el lunes, pero no entregó mayores detalles.
De acuerdo al plan de la ONU, dos docenas más de observadores llegarán a Siria en los próximos días. No obstante, mientras se preparaban para viajar a terreno, la violencia persistía.
Un activista dijo que la ciudad de Homs, uno de los principales bastiones de la oposición contra Assad, fue bombardeada el domingo por fuerzas del Gobierno a una tasa de "un proyectil por minuto".
Otras fuentes entre activistas dijeron que seis personas habían muerto el domingo y que se habían encontrado cuatro cuerpos. Siria dijo que impediría que lo que llamó "grupos terroristas" cometan actos criminales, informó la televisión estatal, lo que proyectaba más dudas respecto a si el cese al fuego se mantendría.