ROMA.- La Fiscalía de Bari investigará al ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi por inducción al falso testimonio al empresario Giampaolo Tarantini, para que no revelase los detalles sobre cómo conseguía las mujeres para sus fiestas, informan hoy los medios de comunicación italianos.
En unas declaraciones publicadas hoy en la edición digital del diario "Corriere della Sera", el abogado de Berlusconi, Niccolo Ghedini, explicó que aún no han recibido la notificación, pero admitió que sabían que la investigación "era algo inevitable" y que ahora esperan que se llegue lo antes posible al "archivo de la imputación".
La investigación se produce en el marco de las pesquisas de la Fiscalía de Bari sobre un posible chantaje al ex primer ministro, que hasta ahora estaba considerado solo "parte ofendida" y a quien se le había llamado a declarar, aunque nunca acudió.
Por esta investigación fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad el empresario Giampaolo Tarantini, considerado el encargado de conseguir las chicas para las fiestas, y su esposa, mientras que el editor y colaborador de Berlusconi, Valter Lavitola, fue detenido el pasado lunes a su regreso a Italia después de ocho meses huido en Latinoamérica.
En su investigación, los fiscales sostienen que el ex prmier pagó unos 850.000 euros a Tarantini para que afirmase en sus declaraciones que Berlusconi desconocía que las chicas que él reclutaba para sus fiestas privadas eran prostitutas.
Asimismo, consideran que el ex jefe de Gobierno indicó a Tarantini que mintiese sobre la naturaleza del dinero que recibió de él (un pago de 500.000 euros y una renta mensual de 20.000 euros) y que en un primer momento se consideró que formaba parte de una supuesta extorsión al ex mandatario.
Berlusconi siempre ha mantenido que este dinero era una ayuda a una familia en apuros.
Tarantini, que al estallar en 2009 el escándalo de las fiestas privadas de Berlusconi fue señalado como el encargado de reunir a las chicas que las frecuentaban, ha asegurado siempre que pidió 500.000 euros a Berlusconi para iniciar un negocio, mientras que la renta mensual era para satisfacer sus "necesidades de vida".