El despegue del misil balístico ''Agni V'', según una imagen difundida por el ministerio de Defensa de India.
APWASHINGTON/NUEVA DELHI.- Eran dos artefactos de tecnología similar y con un alcance -en las versiones militares- aproximadamente igual. No obstante, el despegue de ambos generó reacciones absolutamente dispares en el mundo.
Se trata del fracasado cohete "Unha-3" de Corea del Norte y el misil intercontinental "Agni V" de India, los dos lanzados con intervalo de seis días en Asia, como una muestra de la proliferación en ese continente de armas que hasta fines del siglo pasado sólo estaban en manos de las grandes potencias.
Mientras el fallido proyectil norcoreano desató dura repulsa y condenas internacionales, la prueba del jueves del poderoso misil intercontinental indio sólo generó un prudente llamado a la "contención" emitido por Washington.
Ello pese a que el arma, con alcance estimado de 5.000 km, tiene la evidente capacidad de arrojar cabezas nucleares dentro de un radio que incluye China y parte de Europa, además de cubrir completamente a su vecino y rival nuclear, Pakistán.
La Casa Blanca llamó este jueves a evitar toda acción que pueda "desestabilizar" el sur de Asia, luego del ensayo indio. "Exhortamos a todos los Estados dotados de capacidad nuclear a dar pruebas de contención en lo que respecta (a sus) actividades nucleares y balísticas y continuamos disuadiéndolos de realizar actos que podrían desestabilizar el sur de Asia", afirmó el portavoz presidencial estadounidense, Jay Carney.
¿A qué se debe la diferencia en valoración de ambos eventos? Un experto indio definió la paradoja con una imagen que parece sacada del histórico pasado de su país.
"Lo que importa no es la lanza, sino quien la porta", describió Rahul Bedi, analista de defensa.
"Corea del Norte es una nación condenada. Es un país paria. Es bien conocido su historial de violaciones a los acuerdos nucleares. En este sentido, India ha surgido como un país responsable", agregó.
Tensiones evidentes
No obstante, la permanente tensión entre India y Pakistán, que se traduce incluso en periódicos y casi rutinarios enfrentamientos artilleros en la indefinida frontera de Cachemira, genera inquietud en muchos especialistas sobre las consecuencias de cualquier enfrentamiento mayor entre ambos países, dotados con arsenales nucleares.
India también mantuvo conflictos bélicos con China en la década de 1960. Las dos potencias se han convertido en crecientes potencias económicas en Asia.
Pese a ello, especialistas chinos consideraron que el nivel de disuasión misilística de su país no deja espacio para considerar la posibilidad de una amenaza india.
"Militarmente, China no tiene miedo de los test de misiles indios", precisó Cheng Xiaohe, profesor de la Universidad Popular (Renmin Daxue) de Beijing. "Incluso aunque ahora disponga del misil, no supone realmente una amenaza militar".
China poseería entre 200 y 400 armas nucleares en su arsenal, según analistas occidentales.
"Ya sea en armas nucleares o convencionales, India va por detrás de China", asegura Cheng. "Y en un tiempo previsible no adelantará a China. Quizá la distancia sea incluso mayor".
"India no debe sobrevalorar su fortaleza", destacó el jueves comentario en el diario oficial chino "Global Times". "Incluso aunque tengan un misil que alcance cualquier parte de China, no significa que ganen algo si se muestran arrogantes en las disputas con China", afirma el periódico, perteneciente al órgano del Partido Comunista, el "Diario Popular".
Pese a todo, el despegue del "Agni V" desde su base de lanzamiento en la isla Wheeler, en la costa oriental del país, fue celebrado en India como un "acontecimiento histórico".
"El sueño de la nación se ha hecho realidad", anunciaron los científicos responsables del desarrollo del proyectil de 50 toneladas de peso y tres etapas, cuyo nombre significa "fuego" en la antigua lengua sacra del subcontinente, el sánscrito.
Nueva Delhi anunció que el arma sólo pretendía servir como disuasión y que no se desarrolló con vistas a ningún país.
No obstante, la prensa local hizo notar la latente rivalidad con su poderoso vecino del norte.
"La serie Agni, incluido el "Agni V", es decisiva para la defensa de India frente a China", opinó la estación de televisión NDTV, que destacó que últimamente Beijing "aumentó su actividad" al estacionar misiles en el Tíbet, que comparte frontera con India.
El alarde tuvo su costo: casi 500 millones de dólares en el desarrollo del arma hasta el momento, mientras una cuarta parte de sus 1.200 millones de habitantes viven en la pobreza.