Una manifestante antigubernamental porta un cartel en el que la figura del circuito simula la silueta de un cadáver.
APDUBÁI.- Decenas de manifestantes se enfrentaron durante la noche del viernes a fuerzas antimotines en varios poblados chiítas cercanos al circuito de Sakhir, donde se llevarán a cabo el sábado las clasificatorias para el Gran Premio de Fórmula 1 de Bahréin.
Los disturbios se produjeron luego de una manifestación a la entrada de Karzakab, Al Malikiya, Dumistan y Sada, situados a unos kilómetros del circuito, cerca de Manama.
Algunos manifestantes estaban encapuchados y otros llevaban sudarios con la leyenda "Soy el próximo mártir".
Varios jóvenes incendiaron neumáticos en las carreteras que llevan a sus pueblos y lanzaron piedras y cócteles molotov a los policías, que a su vez dispararon gases lacrimógenos y bombas ensordecedoras.
Los manifestantes coreaban consignas hostiles al gobierno, repitiendo "¡Abajo Hamad!", en referencia al rey de Bahréin, Hamad bin Isa Al Jalifa.
Tras las clasificaciones del sábado para determinar quién saldrá primero en la parrilla, el Gran Premio se disputará el domingo en el circuito de Sakhir. Entre los participantes se cuentan Nico Rosberg, de Mercedes, quien dominó la segunda práctica realizada el viernes, con 1 minuto 32.816 segundos; Mark Webber, de Red Bull; el bicampeón Sebastián Vettel, también de Red Bull; Lewis Hamilton, de McLaren; Fernando Alonso, de Ferrari, y Felipe Massa, también de la escudería italiana.
Descartan anular prueba
La protesta chiíta causó que una escudería no participara en la segunda sesión de ensayos libres del viernes. No obstante, el príncipe heredero descartó la anulación de la prueba, que según él, "favorecería a los extremistas".
Miles de personas se manifestaron al caer la tarde del viernes en Budaya, 4 km al oeste de Manama. Algunos llevaban camisetas que decían "Listos a morir por Bahréin", según testigos.
Las protestas son convocadas desde hace meses por la oposición chiíta, que pide reformas constitucionales en el reino, dirigido por una dinastía sunita. Las acciones se enmarcan en la "Primavera Árabe" en países de mayoría islámica.
Decenas de manifestantes que actuaban en nombre del movimiento de los "Jóvenes del 14 de febrero" se enfrentaron a las fuerzas de seguridad en varios barrios chiítas que rodean Manama.
"Vinimos a correr"
Pese a la tensión, las escuderías que participarán en el Gran Premio afirmaron que se enfocarán en el deporte, sin descuidar precauciones frente a la tensión política.
El director de McLaren, Martin Whitmarsh, cuyo equipo -que lidera el campeonato- es en parte propiedad del fondo soberano de riqueza de Bahréin (Mumtalakat) , dijo que se sentía "tranquilo".
"Claramente corremos como un deporte internacional en todo el mundo y tenemos preocupaciones y problemas de seguridad en una serie de carreras y lo tomamos muy en serio, y somos cautelosos, y tratamos de tomar las precauciones adecuadas", afirmó.
El vicepresidente de Mercedes competición, Norbert Haug, el director de Red Bull Christian Horner, el de Ferrari Stefano Domenicali, el de Force India Bob Fernley y el jefe de Lotus Eric Boullier se mostraron de acuerdo.
También respaldaron la afirmación de Whitmarsh de que la prioridad del equipo es el automovilismo. "La Fórmula Uno es un deporte y es un error utilizarlo políticamente. Estamos aquí para correr, confiamos en la FIA, en las decisiones que ellos toman, y nos sentimos cómodos con las decisiones que han tomado", dijo Horner.