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Hollande y Sarkozy buscan los votos de la ultraderecha para asegurar la presidencia

Ambos candidatos deberán convencer el 17,9 por ciento de los electores que le depositaron su confianza a Marine Le Pen.

23 de Abril de 2012 | 13:45 | AFP
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Sarkozy continuó hoy con sus actividades, tras la contienda electoral de este domingo.

AFP

PARÍS.- El socialista François Hollande, ganador de la primera vuelta de la elección presidencial francesa, y el Presidente Nicolas Sarkozy, que quedó segundo, se dirigían este lunes a los electores de la ultraderecha, cuyo voto será clave en la segunda vuelta del 6 de mayo.


Según los resultados definitivos, Hollande obtuvo ayer domingo un 28,63% de los votos, Sarkozy un 27,18% y Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional (FN), un 17,90%, un récord histórico para este partido. La abstención fue de 20,53%.


La fortaleza de la ultraderecha en la segunda economía de la Eurozona, y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, inquietaba en Europa. La canciller alemana Angela Merkel a través de su portavoz que el buen resultado de Le Pen, partidaria de salir del euro, es "preocupante".


Las bolsas europeas se descalabraron además debido en parte al temor de los mercados ante una posible presidencia de Hollande, del que los mercados temen una política menos favorable al liberalismo económico y a las recetas de rigor de Merkel contra la crisis.


Ese factor, junto a la crisis política en Holanda, hundió a los parqués europeos: Fráncfort perdió 3,36%, Madrid 2,76%, París 2,83%, Londres 1,85%, y Milán 3,83%.


Sarkozy afirmó hoy que hay que "aportar una respuesta" al alto nivel de votos de la extrema derecha y anunció una "gran manifestación el 1º de mayo" en torno al tema del "verdadero trabajo". La manifestación coincidirá con los desfiles sindicales del Día de los Trabajadores y con el tradicional desfile de la ultraderecha francesa en París.


Hollande, favorito para la segunda vuelta según los sondeos, ya obtuvo el apoyo del candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon (11,1%) y de la ecologista Eva Joly (2,31%).


En su primera concentración tras la primera vuelta, este lunes en Quimper (Bretaña, noroeste), el socialista se dirigió a las clases populares que, decepcionadas por la izquierda de los años 80 y 90, dieron su voto al Frente Nacional.


"Es conveniente ir a buscar a otros electores que ya no saben muy bien dónde están", afirmó el candidato ante unas 2.000 personas.


"Estoy pensando, aquí en Bretaña, en esos hombres y mujeres que ya no saben a quién mirar y se han ido con los malos vientos del voto extremo (...) Debemos escucharlos, en muchos casos son obreros que no saben cómo será el mañana, son jubilados que no pueden más, agricultores que temen por la supervivencia de su explotación, incluso jóvenes (...), yo entonces debo hablarles a todos", indicó.


Sarkozy, por su lado, se enfrentará en los próximos días a una ecuación difícil: atraer al mismo tiempo a los electores centristas de François Bayrou (9,13%) y a los de extrema derecha.


Los partidarios del presidente empezaron ya a mostrar un discurso duro sobre la inmigración y la seguridad, ampliamente desarrollado antes de la primera vuelta.


El ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, consideró este lunes que Francia "no tiene ganas de tener inmigración de más, ni el voto de los extranjeros en las elecciones locales", refiriéndose a una propuesta de Hollande en ese sentido. Francia quiere mantener "su modo de vida", añadió el ministro.


Marine Le Pen indicó que daría a conocer su posición el 1º de mayo, pero es muy probable que no llame a votar por ninguno de los dos candidatos que quedan en liza.


Sondeos realizados el domingo por la noche indican que alrededor de dos tercios de los electores de Le Pen están dispuestos a votar por Sarkozy, que necesitaría una "transferencia (de votos) de un 80%", según el analista Pascal Perrineau.


El FN quiere capitalizar su éxito en las elecciones legislativas que se llevarán a cabo el 10 y el 17 de junio, para entrar con vigor en la Asamblea Nacional (cámara de diputados).


"La batalla por Francia sólo está empezando", dijo el domingo Le Pen, que proclamó al FN como "la única y verdadera oposición a la izquierda ultraliberal, laxista y libertaria".


Los dos finalistas deben cortejar igualmente a los electores del centrista Bayrou, quien en 2007, cuando había quedado tercero, se había negado a escoger entre la izquierda y la derecha.


Bayrou dijo que esta vez podría pronunciarse en función de las respuestas de Sarkozy y de Hollande a los problemas nacionales, aunque ya varios de sus partidarios dijeron que optarían por el socialista.


Sarkozy propuso por otro lado organizar tres debates televisivos, pero Hollande dijo que se atendría a la tradición de celebrar uno solo entre las dos vueltas, que podría tener lugar el 2 de mayo.

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