La masacre se produce justo cuando hay presencia de los observadores de la ONU.
AP
EL CAIRO.- El grupo opositor sirio, Comités de Coordinación Local (CCL), denunció hoy la muerte de al menos 54 personas en un bombardeo de las fuerzas del régimen sirio contra un barrio de la ciudad central de Hama, cifra que otras fuentes de la oposición rebajan a 12.
La nueva masacre denunciada por la oposición se produce pese a la presencia en el país de los observadores de la ONU, desplegados para supervisar la aplicación del alto el fuego y el plan de paz gestionado por el enviado especial del citado organismo y la Liga Árabe, Kofi Annan.
La cifra de los CCL, que incluyen entre las víctimas mortales a 13 menores y 16 mujeres, contrasta con los 30 muertos anunciados por la red de activistas Sham y los 12 de los que informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, grupo que no descartó que el balance de muertos aumente.
El barrio afectado, Mashaa al Tayar, está habitado en su mayoría por familias procedentes de la ciudad de Homs, que se vieron desplazadas por la represión del régimen contra esa localidad, uno de los principales feudos opositores.
Vídeos divulgados a través de internet por activistas de la oposición muestran viviendas totalmente destruidas y a decenas de personas que tratan de rescatar a las víctimas de entre los escombros.
Hozam Ibrahim, miembro del Consejo Nacional Sirio (CNS), explicó en una conversación con Efe vía internet que el impacto de los proyectiles dejó una fosa de seis metros de profundidad, de acuerdo a la información que le facilitaron activistas sobre el terreno.
Ibrahim, quien denunció que hay decenas de heridos y que la mayoría de los heridos son menores, agregó que la ofensiva artillera del régimen destruyó unas 25 viviendas que al parecer estaban habitadas.
Estas víctimas se suman a la más de una veintena de fallecidos registrados en todo el país, donde persiste la violencia pese a la presencia de observadores internacionales.
La misión de la ONU debe supervisar el cumplimiento del plan de paz, en vigor desde el 12 de abril, que estipula el cese de las hostilidades, la retirada de los tanques de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria y el inicio de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, entre otros puntos.