Solo en marzo llegaron 1.390 niños, tras haber sido encontrados por autoridades de Estados Unidos sin la presencia de un padre o tutor.
EFE
TEXAS.- Una oleada sin precedentes de niños interceptados mientras caminaban entre matorrales en el sur de Texas o cuando ingresaban a Estados Unidos por cruces fronterizos sin sus familiares, ha obligado a las agencias gubernamentales y ciudadanas a ampliar sus servicios de albergue, representación legal y reunificación.
En un día normal de este año, la Oficina de Reubicación de Refugiados de Estados Unidos (ORR) se hace cargo de más de 2.100 niños inmigrantes que no llevaban compañía.
La afluencia salió a la luz la semana pasada cuando 100 niños fueron trasladados a la Base Lackland de la Fuerza Aérea cerca de San Antonio para darles hospedaje temporal.
Fue la primera vez que el gobierno se ha apoyado en el Departamento de Defensa —ahora, 200 niños y niñas menores de 18 años se encuentran en un dormitorio de la base.
Si bien el fenómeno de menores que ingresan a territorio estadounidense sin compañía no es nuevo, el grado del incremento reciente sí lo es. De octubre de 2011 a marzo de este año, 5.252 niños fueron detenidos por autoridades de Estados Unidos sin la presencia de un padre o tutor —un aumento del 93% en comparación con las cifras del mismo período del año previo, de acuerdo con información proporcionada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Tan solo en marzo llegaron 1.390 niños.
“En este momento toda la comunidad muestra actitud de rescate”, dijo Wendy Young, directora ejecutiva de Kids in Need of Defense (Niños que Necesitan Defensa), una organización sin fines de lucro con sede en Washington, D.C. que conecta a abogados que prestan servicio gratuito con menores sin acompañantes que se ven atrapado en la burocracia del sistema migratorio. “Es importante que los recursos y la capacidad cubran la necesidad, y aún no hemos llegado a ese punto”.
Las instalaciones en 10 estados de la ORR, una rama del Departamento de Salud y Servicios Humanos, incluyen desde albergues hasta hogares sustitutos y cuentan con cerca de 2.500 camas. Los albergues contratados por el gobierno están agotando sus camas de emergencia e instalan catres en gimnasios y otros espacios adicionales.
“Es un conjunto de servicios mucho más limitado”, dijo Lauren Fisher, del Proyecto de Representación de Asilo Gratuito del Sur de Texas, que brinda ayuda a niños y sus familiares que transitan por el sistema. “Se siente algo parecido a un albergue de la Cruz Roja, al albergue de un huracán”.
Los niños sin acompañantes primero son registrados por el Departamento de Seguridad Nacional para luego ser entregados a la ORR mientras inicia el proceso de deportación. Una vez en un albergue, inicia la búsqueda de sus parientes o de un tutor aceptable mientras las organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro tratan de conectar a los niños con los abogados de servicio gratuito. Cuando las autoridades encuentran a un guardián temporal, el menor puede abandonar el albergue y esperar los procedimientos migratorios.
El 80% de los niños entregados a la ORR termina en un albergue, según un reporte dado a conocer el mes pasado por el Instituto Vera de Justicia —una organización sin fines de lucro que desarrolla un programa para brindar un mejor acceso a los servicios legales para los niños. La permanencia promedio en un albergue es de 61 días, y el informe detectó que al menos 65% de los niños terminan teniendo un guardián en Estados Unidos. La causa del incremento en el flujo sigue siendo un misterio para abogados de los niños migrantes y funcionarios del gobierno.