SANTIAGO.- El próximo 6 de mayo, el actual Presidente galo, Nicolas Sarkozy competirá frente al socialista Francois Hollande por un nuevo mandato. Tras la primera vuelta, la lucha entre los dos se ha intensificado por la búsqueda de los votos restantes para llegar al Elíseo.
El candidato socialista a la presidencia de Francia, Francois Hollande, logró un 28,63% de los votos en la primera vuelta, una estrecha victoria frente a Sarkozy, con un 27,18 %.
Tras los resultados, ambos candidatos durante la primera semana han buscado todas las herramientas para acercarse a los electores de la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, que pese a las proyecciones superó todas las expectativas obteniendo un 17,9% de los votos, y que hasta ahora no ha querido llamar a sus electores a votar por uno de los candidatos, asegurando que sólo lo hará realizará el llamdo el día martes, lo que ha puesto un halo de duda sobre la carrera al Elíseo.
Un sondeo del instituto LH2 publicado este domingo indica que el candidato por el Partido Socialista francés ganaría la elección presidencial con el 54% de los votos, mientras que el actual Mandatario obtendría solo el 46% de las preferencias.
Este resultado manifiesta un recorte de distancia entre ambos aspirantes a la presidencia, pues hace una semana Hollande tenía 12 puntos de ventaja sobre Sarkozy, frente a los ocho que tiene ahora. Sin duda, lo que podría alimentar las esperanzas del Mandatario de quedarse con los votos de la ultraderecha.
Sarkozy, durante ésta última semana, ha endurecido su discurso dando un giro hacia la extrema derecha. Recientemente se refirió duramente contra la inmigración, haciendo un claro eco a la propuesta de la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen.
Hollande durante la espera se ha mostrado confiado en su victoria en el balotaje del próximo domingo, sin embargo en su último mitin —donde reunió a 17 mil personas— llamó a “no caer en la euforia” y ha pedido a sus partidarios que se movilicen esta última semana de campaña.
El socialista, a diferencia de Sarkozy, cuenta con el apoyo de los candidatos de la izquierda como Jean-Luc Mélenchon y la ecologista Eva Joly, quienes tras la primera vuelta inmediatamente llamaron a votar por él.
Los candidatos aprovecharon el último domingo antes de la segunda vuelta para celebrar grandes encuentros con sus partidarios, Hollande reunió a 17 mil partidarios en París, en su último gran acto de campaña en el que repitió que el cambio que proyecta para su país será también un cambio para todo el continente. Por su parte, Sarkozy, se trasladó a Toulouse para celebrar un mitin que fue retransmitido en vivo a otras cinco ciudades, con más de 60 mil asistentes en total.
Mientras los “trapos sucios” comienzan a tomarse la campaña, una investigación de un medio digital francés aseguró ayer que el fallecido ex dictador libio, Muammar Gadafi pudo financiar la campaña de Nicolas Sarkozy en 2007 , esto se suma a la reaparición del ex ministro socialista y director de Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn, que han conseguido que los partidarios de los candidatos se enfrenten en una serie de acusaciones cruzadas con estos dos casos que han desviado la atención de la campaña.
La situación económica de Francia se ha visto afectada por la crisis que afecta a la Unión Europea. Los altos níveles de desempleo, que alcanzó a 2.8 millones de ciudadanos, la cifra más alta en 30 años. Por lo que en estas elecciones los franceses han votado con los ojos puestos en las propuestas de los candidatos para salir de la crisis.
Sarkozy y la protección
No cabe duda que el segundo lugar en la primera vuelta, es un reflejo del descontento de los franceses con su gestión y sus malos resultados económicos. Sarkozy, que asegura haber aprendido de sus errores, para su segundo periodo presentó un programa basado en austeridad presupuestaria y en medidas proteccionistas para preservar el modelo social francés.
El actual mandatario enfrenta un escenario adverso, pues el aumento del déficit y la deuda pública, sumado al alto desempleo de Francia complican su reelección y la confianza de los electores que no le perdonan el incumplimiento de sus promesas.
Hollande y el cambio
Por su parte, Francois Hollande se ha presentado durante la campaña como el hombre que podría impulsar a Europa hacia una comunidad "más sólida, más solidaria y más social”. Hollande ha criticado en su campaña el nuevo Tratado de la Unión Europea con respecto a las medidas presupuestarias.
Sus propuestas van desde la creación de eurobonos para financiar proyectos industriales y de infraestructura, liberar fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), creación de un impuesto a las transacciones financieras. Además de su polémica medida, de aumentar los impuestos a quienes ganen más de un millón de euros al año, hasta en un 75% de sus renta.