BEIJING.- El temor por el futuro del disidente ciego Chen Guangcheng, quien protagonizó una cinematográfica fuga desde su lugar de confinamiento, se relajó luego de que el gobierno de la potencia comunista comunicó que está dispuesto a permitirle la salida del país con el fin de "estudiar en el extranjero".
Previamente, la secretaria de Estado de EE.UU, Hillary Clinton, que se encuentra de visita en China, se había reunido por separado con el Presidente y jefe del partido, Hu Jintao, y con el Primer Ministro, Wen Jiabao.
Al mediodía (local), la agencia DPA consiguió hablar por teléfono con Chen, que se encuentra en un hospital. El disidente pidió con desesperación que se arbitren medidas para que su familia reciba protección.
"Estoy en grave peligro", afirmó el disidente, de 40 años. Nervioso y asustado, afirmó que en el Hospital de Chaoyang no le permiten ver a los funcionarios estadounidenses.
"Ellos intentan entrar en el hospital, pero no los dejan", indicó.
El activista reiteró su deseo de viajar a Estados Unidos, pero no de pedir asilo. "Por favor, haga conocer la noticia sobre mi situación", solicitó.
Unas dos horas después, el Ministerio del Exterior chino se mostraba conciliador. "Chen Guangcheng está recibiendo tratamiento en el hospital", dijo el portavoz Liu Weimin.
"Si, como ciudadano chino, quiere estudiar en el extranjero, puede, como cualquier otro, realizar los trámites necesarios a través de los canales normales".
El caso del abogado ciego se ha convertido en un auténtico conflicto diplomático entre China y Estados Unidos, que además suma presión a la campaña de Barack Obama por su reelección a la Casa Blanca.
Durante la noche del jueves, el disidente tuvo acceso a una comunicación telefónica con el Congreso estadounidense y dijo que le gustaría viajar a Estados Unidos y reunirse con Clinton en Beijing.
"Espero recibir más ayuda de ella. Además quiero agradecerle personalmente", expresó.