BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, declaró hoy que recibirá "con los brazos abiertos" al nuevo Presidente francés, François Hollande, tras su victoria de ayer, a la vez que insistió en que el pacto fiscal europeo no es renegociable.
"No se puede reabrir un pacto, ni ningún otro acuerdo, cada vez que hay una elección en un país. De ser así no se podría trabajar en la UE", indicó la canciller, quien recordó que el tratado en cuestión fue acordado entre 25 de los 27 miembros comunitarios y se encuentra en trámite de ratificación en la mayoría de esos países.
Merkel hizo asimismo hincapié en que la defensa de la vía de la austeridad "no está reñida con la del crecimiento", puesto que ésta está asimismo "incorporada a las discusiones" en el seno de la UE, lo mismo que un pacto para impulsar la creación de empleo.
"El núcleo de la cuestión es lograr a la vez una consolidación presupuestaria y un crecimiento sólido. Lo uno no va sin lo otro", subrayó la canciller.
Merkel insistió en que no hay discrepancia entre una vía y la otra e hizo hincapié en la cordialidad mutua de la conversación mantenida ayer noche, tras conocerse la victoria de Hollande sobre el presidente saliente, Nicolas Sarkozy.
La jefa del Gobierno expresó asimismo su confianza en que el primer encuentro con Hollande se produzca "realmente pronto", en cuanto éste haya asumido el cargo el 15 de mayo.
Añadió, sin embargo, que esa vía común no se definirá únicamente en ese contacto, sino a lo largo de los posteriores encuentros, sean a escala bilateral o en cumbres de la UE y demás ocasiones multilaterales.
La canciller calificó la situación de Grecia, tras las elecciones, de "no exenta de peligros", dados los resultados de las hasta ahora grandes formaciones y el avance de partidos hostiles a los programas de reforma.
"Vamos a ver cuál es la nueva constelación del Gobierno resultante", cuya formación compete exclusivamente "a los griegos", señaló Merkel.