Musulmanes rezan durante la celebración de una manifestación convocada por el partido extremista Pro-NRW.
EFEBERLÍN.- Dos tribunales alemanes autorizaron hoy que se sigan exponiendo las polémicas caricaturas contra el islam reunidas por el partido de ultraderecha Pro-NRW, pese a los disturbios provocados por su exhibición este fin de semana en Bonn, donde tres policías fueron apuñalados por un militante salafista.
Las audiencias de Minden y Arnsberg, localidades situadas en el occidental estado de Renania del Norte-Westfalia, basaron hoy en la libertad de expresión su negativa a prohibir ese tipo de exhibiciones, calificadas de peligrosa provocación por las autoridades locales.
Entre tanto, un islamista radical salafista de origen turco fue acusado del intento de asesinato de tres policías alemanes, a los que atacó con un arma blanca e hirió de gravedad en unos disturbios en la ciudad de Bonn, en el oeste del país, según anunció hoy un portavoz de la Fiscalía local.
El hombre, de 25 años de edad y procedente del céntrico estado federado de Hesse, cuenta con antecedentes penales por varias agresiones físicas con lesiones graves, y su ataque a los policías se encuentra documentado en vídeo, explicó el portavoz.
Las agresiones se produjeron el sábado pasado cuando un grupo de salafistas trató de agredir a miembros del partido de ultraderecha Pro-NRW que mostraban caricaturas críticas con el profeta Mahoma y el islam en un acto que había sido autorizado.
La Fiscalía de Bonn señaló que el detenido confesó que agredió a los agentes al margen de la manifestación por permitir la exhibición de las caricaturas y la consiguiente ofensa a su religión, pero ha declarado que no tuvo intención de matar.
Los tres agentes fueron ingresados con heridas de gravedad en un hospital de la antigua capital de Alemania occidental, aunque se encuentran fuera de peligro.
El Consejo de los Musulmanes en Alemania condenó hoy enérgicamente la violencia de los militantes islamistas en Bonn, de la que dijo "distanciarse", a la vez que criticó "a quienes alientan a tomarse la justicia por su mano y atacan a la policía".
La jefa del Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, advirtió por su parte de que "no se van a tolerar ese tipo de ataques contra el estado de derecho y los policías", y anunció un "aumento al máximo de la presión" tanto contra el partido Pro-NRW como contra los salafistas.
El detonante de los disturbios fue una acción de Pro-NRW, grupo islamófobo radicado en dicho estado, que el pasado 1 de mayo inició una provocativa campaña de exhibición en las inmediaciones de mezquitas de caricaturas de Mahoma, incluidas algunas del dibujante danés Kurt Westergaard.
La acción de Pro-NRW concentró a apenas una treintena de seguidores de la formación, frente a unos 600 manifestantes contrarios al pequeño partido extremista, incluido un numeroso grupo de miembros de la minoría salafista.
La policía había dispuesto un poderoso cordón de seguridad en previsión de incidentes, pero finalmente un grupo de salafistas se lanzó sobre el expositor, lo que derivó en violentos enfrentamientos con los agentes.
Las autoridades del citado estado explicaron hoy que en los enfrentamientos resultaron heridos un total de 29 policías, mientras fueron detenidos 109 activistas islámicos a los que se confiscaron cuchillos, navajas, porras y tiragomas con bolas de acero.