MÉXICO.- El candidato del PRI (Partido Revolucionario Institucional), Enrique Peña Nieto, cayó en las encuestas realizadas por diarios tras el primer debate del domingo entre los cuatro aspirantes a los comicios presidenciales de México del 1 de julio, aunque sigue encabezando los sondeos.
De acuerdo con una consulta de "El Universal", Peña Nieto ganó el cara a cara con un 31,6% de opiniones a favor, frente al 20,8% del candidato de la coalición de izquierda Movimiento Progresista Andrés Manuel López Obrador, al 18,4% del minoritario Nueva Alianza (Panal) Gabriel Quadri, y al 17,3% de Josefina Vázquez Mota del gobernante Acción Nacional (PAN, derecha).
En el mismo sondeo, llevado a cabo en la noche del domingo, Peña Nieto obtuvo el 36,3% de la intención de voto efectivo, cuando, justo antes del debate, el diario le otorgaba un 49,1%.
Según esta comparativa, López Obrador habría sido el más favorecido por la confrontación, ya que habría pasado del 21,9% al 23,4% de intención de voto, superando así a Vázquez Mota, quien caería del 27,6% al 22%.
Otro sondeo hecho por Excelsior también dio como ganador del debate a Peña Nieto, pero con una ventaja considerablemente menor a la que había registrado en todos los sondeos de intención de voto sobre sus contrincantes hasta entonces, que rondaba los 20 puntos porcentuales.
Según este diario, Peña Nieto ganó el primer cara a cara entre candidatos (habrá otra el 10 de junio) por 28,77%, frente al 21,85% de Vázquez Mota, al 21,49% de López Obrador y al 9,32% de Quadri.
Por su parte, los suscriptores por internet del rotativo Reforma mostraron su preferencia por la candidata del PAN, a la que calificaron en promedio con 6,9 puntos sobre 10, por delante del 6,3 de Quadri, el 5,4 de López Obrador y el 4 de Peña Nieto.
Debido a su condición de favorito, el aspirante del PRI -partido que gobernó México durante siete décadas hasta el año 2000, cuando fue desalojado del poder por el PAN-, fue el blanco de la mayor parte de los ataques durante el debate, principalmente de Vázquez Mota y López Obrador.
Peña Nieto buscó distribuir las breves intervenciones que daba el rígido formato del evento en defenderse de las acusaciones, contraatacar y presentar algunas de sus propuestas.