OSLO.- El asesino confeso de 77 personas en dos atentados en Oslo y Utoya en julio de 2011, el noruego Anders Behring Breivik, escuchó hoy impasible las testificaciones de los sobrevivientes de la isla, en el marco del juicio por la masacre.
En el proceso se escuchó hoy declarar por primera vez a los sobrevivientes del campamento del partido laborista en Utoya, que lograron escapar de la masacre y contaron su lucha por sobrevivir o cómo fueron testigos de la muerte de amigos cercanos. Algunos sufrieron graves heridas.
Marius Hot, de 21 años, contó cómo el 22 de julio perdió a su mejor amigo Andreas al huir del atacante. Hot logró esconderse en una pared de piedra.
Frida Holm Skoglund, de 19 años, fue la primera testigo en utilizar el derecho en exigir a Breivik que abandonara la sala durante su declaración, y contó en voz baja cómo logró huir nadando, pese a haber sufrido un disparo en la pierna.
En un mensaje que envió luego al autor confeso de las decenas de muertes, la joven dijo: "Hemos ganado, él ha perdido y la juventud noruega sabe nadar", dijo en referencia a una anterior declaración en la que Breivik había dicho que pretendía empujar a cien participantes del campamento de verano al fiordo para que se ahogaran al intentar huir.
También Lars Gnnestad, de 21 años, contó cómo se escondió en un bosque, gravemente herido con una bala que le alcanzó el pulmón.
Breivik escuchó las declaraciones con semblante impasible.
El noruego es el autor confeso del asesinato de ocho personas con un coche bomba en Oslo y otras 69 poco después en un tiroteo en la isla de Utoya el 22 de julio del año pasado.
Se espera que en la segunda quincena de julio se pronuncie el veredicto en su contra.