CIUDAD DEL VATICANO.- La congregación conservadora mexicana Legionarios de Cristo se encuentra de nuevo en el ojo de huracán tras admitir este miércoles oficialmente que uno de sus sacerdotes más conocidos mantuvo relaciones por años con una mujer con quien tuvo un hijo.
En el comunicado, los superiores de la congregación reconocieron que habían sido informados del caso y que evitaron tomar las medidas necesarias, pese a que la entidad ha estado en el centro de un escándalo mundial por el comportamiento de su fundador, el mexicano Marcial Maciel, fallecido en 2008, acusado de abusos sexuales a menores y quien mantuvo una doble vida con dos mujeres y varios hijos.
"El director general y su consejo lamentan mucho no haber actuado antes con la debida firmeza, asumen su responsabilidad y piden perdón por no haber hecho todo lo posible para limitar el escándalo", reza el comunicado.
En la nota, consultable en la página oficial de la congregación, la entidad comunica que el responsable del escándalo es un importante profesor de teología moral de una universidad romana, el estadounidense Thomas Williams, quien sostuvo "por años una relación con una mujer con quien tuvo un hijo", precisa.
"Se retirará del ejercicio público del ministerio sacerdotal durante al menos un año parar orar, hacer penitencia y discernir sobre su futuro", agrega la nota.
El prelado, ordenado sacerdote en 1994, era comentarista de una cadena de televisión estadounidense, fue rector de la dirección general de los Legionarios durante la década del '90, ejerció como decano de Teología en una universidad romana y era profesor de la universidad de los Legionarios en Roma, el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum.
"Hace varios años mantuve una relación con una mujer y soy el padre de su hijo. Estoy profundamente afectado por esa grave transgresión e intentaré de hacerme perdonar", declaró Williams, según el oficio divulgado en inglés.
La noticia fue dada a conocer pocos días después de que el Vaticano informara esta semana que abrió siete investigaciones por supuestos abusos sexuales a menores contra varios sacerdotes de la congregación.
La nota de los Legionarios precisa también que en el caso de Williams no hubo abuso o hecho criminales, y que ese tipo de actos no se denuncian ante las autoridades civiles.
La identidad de la mujer y del pequeño no será revelada, indicaron los directivos de la congregación, que sostienen que evitaron denunciar el caso para "proteger" a los involucrados y que se habían limitado a aconsejar al sacerdote que tuviera "un comportamiento adecuado" y de "retirarse del ámbito público".