TOKIO.- Trabajadores japoneses reforzaron el suelo de una piscina de la dañada central atómica de Fukushima que contiene 1.535 barras de combustible usadas, para garantizar que resista en el caso de un nuevo terremoto, informó hoy el ministro encargado de la crisis nuclear, Goshi Hosono.
Las barras proceden del reactor 4, que estaba apagado para recibir mantenimiento cuando se produjo el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011. A causa de ellos hubo una explosión de nitrógeno que destruyó parte de los muros exteriores del reactor.
Para proteger la piscina, los trabajadores colocaron una lona blanca encima. Debido a las preocupaciones en la opinión pública, la empresa responsable, Tepco, aseguró que las instalaciones soportarían incluso un terremoto de la misma magnitud que el del año pasado.
Hosono inspeccionó en persona el sábado el interior del reactor por primera vez y se hizo una idea de primera mano de los trabajos que se están realizando.
En caso de que no surjan nuevos inconvenientes, las barras de combustible será extraídas de la piscina a partir del año próximo.
Sigue habiendo desafíos, pero los ciudadanos deben saber que los trabajos de reparación en el reactor 4 siguen avanzando, subrayó Hosono.
Según las estimaciones, tendrán que pasar al menos diez años para poder desmantelar el núcleo de los reactores 1 a 4 de Fukushima. El total desmantelamiento de la central, convertida en una ruina, durará entre 30 y 40 años.