ROMA.- El Papa Benedicto XVI quedó "herido" por el arresto de su mayordomo, acusado de robar documentos del Sumo Pontífice, indicó hoy su portavoz, Federico Lombardi.
El Papa, de 85 años, "es consciente de la gravedad de la situación", pero está sacando fuerzas "de la fe que lo caracteriza", añadió el vocero.
Lombardi también negó los informes de los medios según los cuales el Vaticano está investigando a otras personas tras el arresto el viernes de Paolo Gabriele, ciudadano vaticano de 46 años, después de que la policía encontrara numerosos documentos que no debían estar en su poder en la vivienda que comparte con su esposa y tres hijos.
Varios diarios italianos publicaron el fin de semana que un cardenal italiano y una mujer que trabaja en el servicio doméstico del Vaticano también estaban siendo investigados. Sin embargo, Lombardi describió estos informes como "pura fantasía".
Asimismo, señaló que el arresto de Gabriele no está vinculado a la salida de Ettore Gotti Tedeschi, el presidente del banco vaticano IOR, que fue forzado a dimitir. El consejo de administración le retiró su confianza entre otras cosas al parecer por no haber podido explicar cómo llegaron a los medios algunos documentos confidenciales que obraban en su poder. "Se trata de dos cosas distintas", apuntó Lombardi.
En tanto, el diario "La Repubblica" publicó hoy una entrevista con el cardenal Robert Sarah que dijo que los investigadores del Vaticano están buscando posibles cómplices del mayordomo.
"Esperemos (...) que el arresto sea un caso aislado y que no haya otros traidores conspirando contra el Vaticano", dijo Sarah.
"Hasta que los magistrados (vaticanos) hayan echado suficiente luz sobre este chocante caso, nadie puede excluir escenarios como conspiraciones o tramas organizadas", afirmó el religioso.
El sacerdote guineano es uno de los clérigos africanos más importantes del Vaticano, y preside el Pontificio Consejo Cor Unum, responsable del trabajo misionero y de la ayuda humanitaria.
Sarah afirmó que él y el resto de la curia están "sorprendidos y profundamente tristes" por la detención el viernes pasado de Gabriele.
Varios de los documentos, como cartas dirigidas al pontífice, habían sido filtrados en los meses pasados a los medios y están contenidos también en un libro, titulado "Su Santidad", del periodista de investigación italiano Gianluigi Nuzzi, que salió a la venta la semana pasada.
En algunos de los papeles, altos dignatarios de la iglesia escriben a Benedicto XVI para advertirle de casos de nepotismo y corrupción en contratos vaticanos.
Otros hablan de la posible existencia de una lucha de poder entre religiosos afines y críticos del número dos en la jerarquía del Vaticano, el secretario de Estado Tarcisio Bertone.
Gabriele ha sido acusado formalmente de robo y, como no hay celdas en el Vaticano, permanece detenido en una de las tres salas de seguridad que existen en la Gendarmería, la fuerza de policía de 150 hombres dentro del estado pontificio.
En su libro, Nuzzi identifica a su principal fuente como un empleado vaticano que después de más de 20 años de servicio quiere llamar la atención sobre la "hipocresía" del Vaticano.