GINEBRA.- La ONU denunció hoy que hay indicios de crímenes contra la humanidad en la matanza cometida en la localidad siria de Al Haula, donde murieron un centenar de civiles, entre ellos 49 niños.
Un discurso de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, leído por la portavoz Marcia Kran, abrió la sesión especial del Consejo de Derechos Humanos convocada para tratar de manera específica la masacre y abrir una investigación sobre lo ocurrido.
Según Naciones Unidas, hay serias sospechas de que en Al Haula familias enteras fueron ejecutadas de manera sumaria, incluidos mujeres y niños.
En esa declaración, Pillay se refirió a "informaciones que sugieren que la Shabiha (grupos paramilitares progubernamentales) entró en las poblaciones y que podría ser responsable de docenas de asesinatos".
"Esos actos podrían representar crímenes contra la humanidad y otros crímenes internacionales, y podrían ser indicativos de un patrón de ataques generalizados y sistemáticos contra las poblaciones civiles perpetrados con impunidad", agregó.
Ante la cuarta sesión especial del Consejo sobre Siria desde abril de 2011, la representante de la ONU reiteró su llamamiento al régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, para que "asuma su responsabilidad de proteger a la población civil".
Enfatizó además que "quienes ordenen y ayuden en los ataques contra los civiles, o quienes no hagan nada por detenerlos, son responsables criminalmente de manera individual".
"Los otros Estados tienen la responsabilidad de hacer todo lo que puedan para prevenir y perseguir a quienes cometen crímenes internacionales. Una vez más, insto al Consejo de Seguridad a considerar la posibilidad de referir el caso de Siria a la Corte Penal Internacional (CPI)", añadió.
Según el relato, poco después de una manifestación el 25 de mayo en Haula, el ejército sirio supuestamente desató un ataque con armamento pesado, que se prolongó casi catorce horas.
Pillay informó al Consejo de Derechos Humanos de que la Misión Diplomática de Siria en Ginebra le envió una carta cinco días después en la que se atribuían los asesinatos de Haula a "grupos terroristas armados".
"El Gobierno de Siria declaró que sus militares actuaron solo en defensa propia y que intentaron proteger a los civiles, y dijo que tres miembros de las fuerzas armadas fueron asesinados y 16 soldados resultaron heridos a resultas de los combates en Haula", afirmó.
Damasco comunicó además al Alto Comisionado de Derechos Humanos la creación de un comité interministerial para investigar lo ocurrido, ante lo que Pillay expresó la necesidad "de hacer todos los esfuerzos necesarios para acabar con la impunidad".
En ese sentido, lamentó que Damasco ignore los llamamientos del Consejo de Derechos Humanos para que permita la entrada en el país de la comisión que investiga las violaciones de los derechos fundamentales cometidas desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 y exigió al Gobierno que facilite el trabajo de la misión de la ONU
Por último, expresó su apoyo al plan de paz de seis puntos del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, y pidió "a todas las partes" que pongan fin cuanto antes a la violencia.
En su opinión, la comunidad internacional ha de poner todo su peso detrás de este plan, porque "de lo contrario la situación en Siria puede derivar en un conflicto en toda regla y poner en grave peligro el futuro del país, así como de toda la región".