BEIRUT.- El Presidente de Siria Bashar Assad dijo hoy que su país enfrenta una "guerra real" y advirtió que no será indulgente con los "terroristas" que dice son culpables de la crisis.
"Tenemos que combatir el terrorismo para que el país sane", le dijo Assad al parlamento en su primer discurso desde enero. "No vamos a ser indulgentes. Vamos a perdonar solamente a aquellos que renuncien al terrorismo".
Las palabras de Assad desafiaron la creciente condena internacional a su régimen por su violenta represión a la oposición. Culpó de la crisis a fuerzas extranjeras y dijo que la nación pasa por su momento más crítico desde el colonialismo.
Su mensaje fue similar al de discursos previos, en los que atribuyó a terroristas el alzamiento popular. La revuelta comenzó en marzo del 2011 con protestas mayormente pacíficas, pero una feroz represión gubernamental llevó a muchos en la oposición a tomar las armas. Ahora, el conflicto se ha vuelto una insurgencia armada.
"Nos impusieron una batalla y el resultado es este derramamiento de sangre", dijo Assad.
Sus comentarios de son los primeros desde la masacre hace una semana en la región central de Houla de más de 100 personas, casi la mitad de ellas niños.
La oposición y el gobierno se han acusado mutuamente a los asesinatos.
Siria ha enfrentado desde hace tiempo aislamiento internacional, pero la masacre de Houla ha dado nueva urgencia a los llamados para encontrar un final a la crisis. Un plan de cese del fuego mediado por el enviado internacional Kofi Annan es violado todos los días por ambas partes. Han aumentado además los temores de que la violencia se extienda y provoque un conflicto regional.
Ya han estallado choques entre grupos prosirios y antisirios en el norte de Líbano, con al menos ocho muertos el viernes por la noche y el sábado por la mañana, dijeron fuerzas libanesas de seguridad.
Con la continuación de la violencia pese a una misión de casi 300 observadores de la ONU en Siria, el jefe de la Liga Árabe Nabil Elaraby sugirió el sábado que la misión sea transformada en una misión de paz.
"Lo que se necesita no son solamente observadores e investigadores, sino supervisar que cese la violencia", dijo Elaraby en una reunión de cancilleres de la Liga Árabe en Qatar. "Una de las alternativas podría ser cambiar la autorización de los observadores para que se convierta en una fuerza de paz".