El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
APJERUSALÉN- Cerca de cincuenta ONG y organismos internacionales, entre ellas varias agencias de Naciones Unidas, pidieron a Israel que ponga fin al bloqueo a la Franja de Gaza, al cumplirse hoy el quinto aniversario de esa medida con la toma de la franja por Hamás.
Entre los firmantes hay una decena de agencias de la ONU que trabajan con la sociedad palestina en distintos campos (UNICEF, UNESCO, UNRWA), así como las ONG internacionales Amnistía Internacional y Save the Children.
Israel impuso restricciones al paso de personas y de mercancías con la franja al estallar la Intifada de al Aqsa en septiembre de 2000, medidas que endureció en 2006 tras la captura por milicias palestinas del soldado Guilad Shalit, liberado el año pasado en un canje por un millar de presos palestinos.
En 2007, el movimiento Hamás se hizo con el control de la franja mediterránea en un alzamiento armado contra el presidente palestino, Mahmud Abás.
Meses después el gobierno del primer ministro israelí Ehud Olmert declaró Gaza "entidad hostil" en respuesta a la postura de los islamistas de exhortar en su carta fundacional a la destrucción de Israel y a los ataques desde ese territorio con cohetes.
Israel cerró todas sus fronteras con la franja y le impuso un férreo bloqueo por tierra y mar que tiene desde entonces graves consecuencias humanitarias y económicas para la población civil palestina.
En 2010, a raíz de las presiones internacionales por la muerte de nueve activistas turcos en el asalto a la segunda Flotilla de la libertad, Israel levantó parcialmente el embargo de productos que ingresan en la franja, pero no las restricciones a la exportaciones y al paso de personas, ni la inspección de todos las mercancías que ingresan.
"Israel no tiene ningún problema con dejar que entren productos en Gaza, tiene únicamente problema con las armas y productos de uso militar porque el régimen terrorista de Hamás en Gaza amenaza a la población civil israelí", declaró por su parte Mark Regev, portavoz del Primer Ministro, Benjamín Netanyahu.