Monjes budistas rezan por el término de la violencia en la pagoda Sule, en Rangún, la capital de Myanmar.
EFE
BANGOK.- Las autoridades de Myanmar (Birmania) elevaron a 50 los muertos
por los enfrentamientos entre budistas y musulmanes en el estado occidental de Rakhine, donde rige el estado de excepción.
"De acuerdo con los últimos datos, 50 personas están muertas, 54 heridas y se produjeron 78 disturbios. Fueron incendiadas 2.230 viviendas y edificios entre el 28 de mayo y el 14 de junio", informó el diario oficial "New Light of Myanmar".
Según el periódico, las autoridades están repartiendo ayuda entre los cientos de afectados por la violencia y controlaron ayer viernes dos conatos de disturbios.
Casi 32.000 personas que han huido de sus hogares o los han perdido a raíz de los incendios provocados durante los enfrentamientos se congregan en 37 refugios temporales repartido por el Estado de Rakhine, fronterizo con Bangladesh.
Según las autoridades, las fuerzas de seguridad recuperaron el control en la ciudad de Sittwe, la capital de la región, antes llamada Arakan.
La ola de violencia comenzó el 28 de mayo con el hallazgo del cadáver de una mujer budista que, supuestamente, fue violada y asesinada por un grupo de musulmanes.
El domingo 3 de junio, una multitud de budistas detuvo un bus en el que decían viajaban los culpables y mataron a diez musulmanes.A partir de entonces, grupos de personas de religión musulmana y budista se enfrentaron en diversas localidades de Rakhine.
El Gobierno declaró el estado de excepción el 10 de junio, que incluye el toque de queda y el control de la seguridad por efectivos militares, entre otras medidas.
Unos 800.000 musulmanes de la etnia rohingya viven en Birmania, la mayoría en Rakhine, aunque las autoridades de este país de mayoría budista no los reconocen como ciudadanos y mantiene que proceden de la vecina Bangladesh.
Esta comunidad apátrida tampoco es reconocida en Bangladesh, donde unos 300.000 rohingyas se encuentran hacinados en campos de refugiados.
Myanmar, después de casi medio siglo de dictadura militar, vive una etapa de reformas de tinte democrático desde que la última junta se disolvió y traspasó el poder a un gobierno civil afín en 2011.
El país vive un complejo proceso de democratización en el que es protagonista la premio Nobel de la Paz y líder opositora Aung San Suu Kyi.