LOS CABOS.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió que la situación económica en Europa podría afectar sus posibilidades de ser reelecto en noviembre, aunque afirmó que mantiene confianza en la capacidad del Viejo Continente de resolver las turbulencias actuales.
Antes de concluir su participación en la cumbre económica del Grupo de los 20 (G20) en Los Cabos, México, el Mandatario señaló que los líderes europeos "entienden la gravedad" de las crisis de deuda y actúan con un "sentido de urgencia intensificado" para hallar soluciones.
Obama enfatizó que los problemas económicos de Europa no serán resueltos por el G20 ni por EE.UU., sino por las propias naciones europeas, e insistió en que su país no ofrecerá ninguna promesa financiera a sus socios internacionales.
El Mandatario abordó también las posibles repercusiones de la crisis sobre la economía estadounidense, que todavía se está recuperando de una recesión. En ese plano, admitió que la incertidumbre generada por el escenario europeo "tiene el potencial de impactar algo en las elecciones" en EE.UU.
De cara a la situación económica en la potencia norteamericana, Obama consideró que el Congreso debería que concentrarse en propuestas que estimulen la creación de empleos y el crecimiento económico.
"Lo mejor que EE.UU. puede hacer es crear empleos y crecimiento en el corto plazo, incluso mientras seguimos poniendo en orden nuestra casa fiscal con miras a largo plazo", resaltó.
La crisis en Europa fue uno de los temas cruciales de la reunión del G20 realizada en México, que concluyó con promesas de los participantes que también son miembros de la Eurozona de aplicar políticas que salvaguarden la integridad y estabilidad financiera de la región, dentro del Plan de Acción de Los Cabos.
Al mismo tiempo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció una recapitalización de más de 450.000 millones de dólares con el fin de apoyar medidas de control de las emergencias económicas globales.