MADRID/LONDRES.- Dos importantes miembros de la organización separatista vasca ETA fueron detenidos esta madrugada en Londres, en lo que el Ministerio español del Interior calificó como un "duro golpe" asestado al grupo armado clandestino.
Agentes británicos y españoles arrestaron en una operación conjunta a Antonio Troitiño Arranz, un histórico miembro de ETA, e Ignacio Lerín Sánchez. Los dos estaban siendo buscados con sendas órdenes europeas de detención. El segundo, que huía desde abril de 2007, figuraba en la lista de terroristas más buscados por la Justicia española.
El Ministerio del Interior español informó que los dos etarras fueron detenidos en un domicilio del barrio londinense de Hounslow poco antes de las cinco de la mañana (medianoche en Chile).
Troitiño fue excarcelado en abril del año pasado tras pasar 24 años en prisión como autor de una veintena de asesinatos. Cuando la Audiencia Nacional española revocó la orden de libertad, el etarra, que no debería haber salido de prisión hasta 2017, ya había huido.
El miembro de ETA formó parte del "comando Madrid", que perpetró el atentado del 14 de julio de 1986 contra un autobús de la Guardia Civil en la Plaza República Dominicana de la capital española, que causó la muerte de 12 policías y dejó heridas a otras 51 personas. Según la policía española, fue Troitiño quien activó a control remoto el coche bomba que explotó al pase del autobús policial.
Según el Ministerio del Interior en Madrid, Troitiño era "un referente para la organización terrorista" y mantenía contactos con la actual dirección de ETA en la clandestinidad. Por su parte, Lerín Sánchez, huido desde abril de 2007, tenía entre sus funciones el traslado y almacenamiento de armas y material explosivo, así como la captación de nuevos integrantes para la organización clandestina.
Con las nuevas detenciones en Londres han sido capturados esta semana cinco etarras: una en España, dos en Francia y otros dos en el Reino Unido. Veinte presuntos miembros de ETA han sido detenidos desde que el grupo armado clandestino anunciara el pasado 20 de octubre el abandono "definitivo" de la violencia como método para lograr la independencia del País Vasco.
ETA cometió más de 830 asesinatos desde que perpetró su primer atentado mortal en la década de los 60. Pese a haber renunciado públicamente a la acción armada, la organización no se ha disuelto ni ha entregado sus armas hasta el momento. El gobierno español rechaza la propuesta de negociación de ETA para resolver el "conflicto vasco" y solo acepta la disolución incondicional de la organización.