ROMA.- El capitán del crucero naufragado Costa Concordia fue liberado este jueves de su arresto domiciliario por varios jueces italianos, que le ordenaron no salir de su pueblo mientras el caso en su contra continúa.
Francesco Schettino está acusado de provocar el accidente del 13 de enero, en el que murieron 32 personas.
Los magistrados de la localidad toscana de Grosseto que llevan el caso dijeron que Schettino no puede seguir confinado en su casa de Meta di Sorrento, cerca de Nápoles, pero que tendrá que quedarse en la localidad.
Tampoco estará ya ligado a las estrictas condiciones de arresto domiciliario que le impedían comunicarse con nadie salvo con su abogado y su familia cercana.
En su decisión, los jueces señalan que el tiempo que ha pasado Schettino detenido en su casa ya ha tenido un efecto disuasorio, y que seguirá bajo supervisión adecuada de las autoridades.
El capitán está acusado de homicidio múltiple, de causar el accidente y de abandonar el barco de forma prematura.
El enorme Costa Concordia, que llevaba más de 4.000 pasajeros y tripulantes, naufragó frente a la isla toscana de Giglio poco después de comenzar un crucero por el Mediterráneo occidental.
A Schettino se le culpa de provocar el naufragio del navío de 114.500 toneladas al acercarlo demasiado a la costa, donde un saliente rocoso abrió una vía de agua en su casco, haciendo que se inclinara y quedara varado.