BANGKOK.- Diez empleados de la ONU y de la ONG Médicos sin Fronteras permanecían detenidos este viernes en el oeste de Myanmar (Birmania), donde las tensiones son vivas después de sangrientos incidentes entre las comunidades musulmana y budista, indicaron este viernes ambas organizaciones.
"Actualmente, unos 10 empleados de la ONU y de ONGs internacionales están en calidad de detenidos por las autoridades del estado de Rakhin, para ser interrogados", señala un comunicado de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
La ONU ha pedido "información" al gobierno y espera una respuesta. Por su lado, Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que seis miembros de su personal local habían sido detenidos en las últimas dos semanas, pero que uno acababa de ser liberado.
"No tenemos información completa" sobre los motivos de su detención, dijo la organización a la AFP. "Estamos en contacto con las autoridades para confirmar la buena salud de nuestro personal", añadió.
MSF, una de las pocas organizaciones internacionales que trabajan en esta región, suspendió a mediados de junio sus operaciones en el estado de Rakhin, puesto bajo estado de emergencia desde el 10 de junio, y redujo su personal, aunque "espera reanudar sus actividades médicas lo más rápido posible".
La violencia entre las comunidades musulmana y budista dejó más de 80 muertos en junio en este estado fronterizo con Bangladesh, donde viven en particular unos 800.000 miembros de la comunidad musulmana apátrida de los rohingyas.