Comandante de la OTAN en Afganistán, el general John Allen.
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CHARIKAR, AFGANISTÁN.- El caso de la mujer afgana, acusada de adulterio y condenada a muerte días pasados por los talibanes en un pequeño poblado y cuya ejecución fue filmada en un video espeluznante que dio la vuelta al mundo, desencadenó las iras de los habitantes locales que prometieron venganza contra los talibanes.
Sayed Jalala, zapatero de Charikar, pequeña localidad situada a 25 kilómetros de lugar donde la mujer murió, no se rinde frente a tanta violencia: "Nos vengaremos, su brutalidad y sus actos inhumanos nos hacen odiar a los talibanes".
Pero Jalal no está solo en su empresa, muchos otros piensan como él y lamentan la presencia de los talibanes y su inusitada violencia. "Están creando miedo y quieren gobernarnos con el terror, pero no lo conseguirán", afirma Najibullah, de 30 años.
En este caso intervinieron además las autoridades afganas y la comunidad internacional que expresaron una fuerte condena y desaprobación.
El comandante de la OTAN en Afganistán, el general John Allen, habló de un "acto de crueldad inexplicable".