BEIJING.- Miembros de la tripulación y pasajeros que frustraron el secuestro de un avión comercial a finales de junio en China recibieron casas, vehículos, vuelos gratis "para toda la vida" y dinero en efectivo.
Según informó hoy la agencia estatal "Xinhua", los "héroes" que impidieron que seis personas tomaran el control de un vuelo con un centenar de pasajeros fueron homenajeados ayer en la isla de Hainan (sur), donde recibieron varias recompensas.
La empresa matriz a la que pertenecía el vuelo que sufrió el incidente, Hainan Airlines, decidió nombrar "pasajeros honorarios" a 22 viajeros, que podrán volar de por vida "gratis" con su aerolínea.
Diez de ellos también recibieron dinero en efectivo por valor de 15.000 dólares (7 millones 500 mil pesos chilenos) por parte de las autoridades de la región autónoma de Xinjiang, que sobrevolaba el vuelo en el momento del suceso.
La recompensa económica fue mucho mayor para los miembros de la tripulación, quienes ya la semana pasada habían recibido 1 millón de yuanes (157.000 dólares) de la Administración Civil de China, pero que vieron aumentada su recompensa con viviendas, automóviles y más dinero en metálico.
Según la versión oficial, el pasado 29 de junio, seis personas de entre 20 y 36 años intentaron hacerse con el control de un avión de la compañía Tianjin Airlines a los diez minutos de despegar de la ciudad de Hotan y cuando se dirigía a la capital regional, Urumqi, con un centenar de personas a bordo.
En el suceso, diez personas resultaron heridas al enfrentarse a los supuestos secuestradores, que las autoridades consideran "terroristas".
La versión oficial de lo ocurrido en Xinjiang, junto al Tíbet, uno de los polvorines étnicos del oeste de China, ha sido rebatida la Asociación Americana Uigur (UAA), con sede en EE.UU., según la cual el incidente se produjo debido a una disputa entre uigures y chinos de etnia han, la mayoritaria del país asiático.
El pasado fin de semana la policía realizó diversas operaciones "antiterroristas" en Urumqi, indica hoy la prensa estatal, con el objetivo de demostrar de la capacidad de "garantizar la seguridad y la estabilidad" de la población tras el incidente.
Las unidades policiales ensayaron sus capacidades en combate, sus habilidades en tiro y simularon el secuestro de un autobús durante el sábado y el domingo, publica el "Global Times".