MOSCÚ.-El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, viajó hoy a la localidad de Krimsk, en la región meridional de Krasnodar, donde hace una semana 171 personas murieron en unas inundaciones .
Putin se trasladó en helicóptero a esa ciudad situada cerca del mar Negro, donde visitará a algunos damnificados y presidirá una reunión sobre la reconstrucción de la zona y las medidas de asistencia a los vecinos que se quedaron sin hogar, según las agencias locales.
El líder ruso ya sobrevoló la zona el mismo día de la tragedia, el 7 de julio, cuando ordenó dirimir responsabilidades entre las autoridades locales y los servicios de emergencia encargados de alertar a la población sobre la amenaza que se les avecinaba.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, 171 personas murieron, 35.000 se vieron afectadas y más de 9.000 viviendas resultaron anegadas en las localidades de Krimsk, Novorossisk y Guelendyik.
Los servicios de emergencia aún buscan a varios desaparecidos entre los escombros, aunque las esperanzas de encontrar a alguien con vida son escasas.
Algunos vecinos de la zona siguen acusando a las autoridades locales de que no les alertaron del inminente peligro para que pudieran resguardarse o abandonar sus viviendas, lo que hubiera salvado numerosas vidas.
Habitantes de Krimsk aseguran que la localidad fue arrasada por una ola de más de siete metros que, según ellos, pudo deberse al desbordamiento o a un vertido de la presa de Neberdzháyevsk, situada en una montaña a cuyos pies se encuentra la ciudad, pero las autoridades niegan tal versión.
Las autoridades han reconocido que la presa de Neberdzháyevsk se desbordó varias veces por las lluvias torrenciales, pero descartaron que estos "vertidos ordinarios" fueran la causa de las inundaciones.