LISBOA.- Una nueva jornada de lucha contra los incesantes incendios forestales tuvo Portugal este miércoles, que si bien no registró víctimas fatales debió sufrir el corte de su principal autopista.
En medio de las temperaturas más altas del verano, que incluso han superado los 40°C en algunas zonas, decenas de focos de envergadura obligaron actuar a más de un millar de bomberos y varios cientos de vehículos y aeronaves de extinción.
Al noreste de la capital, en Vila Franca de Xira, las llamas obligaron a cortar los dos sentidos de la autopista que une Lisboa y Oporto.
En Tomar, en tanto, el fuego mantiene cortadas varias carreteras y una importante autopista, debiendo incluso ser desalojadas varias viviendas rurales.
También en la mitad norte del país, en Braganza, otro incendio no ha podido ser controlado, así como el de Ponte de Sor, donde las llamas llegaron muy cerca de la población.
En la zona costera de Azeitao, al sur de la capital, los bomberos tardaron varias horas en frenar el incendio que se extendía por un área arbolada.
Sin embargo, el siniestro más peligroso se registró en Odivelas, en las afueras de Lisboa, donde centenar y medio de bomberos y más de cuarenta vehículos tuvieron dificultades para evitar que las llamas llegaran a varios edificios y una gasolinera.
En el peor día de incendios forestales de lo que va de verano, también la turística zona del Algarve, en el sur del país, se vio afectada por las llamas y, en Tavira, cerca de 200 efectivos de los bomberos, ayudados por aviones, aún están sobre el terreno.