WASHINGTON.- Una caravana organizada por un grupo religioso estadounidense cruzará este jueves la frontera hacia México para llevar 100 toneladas de ayuda humanitaria a Cuba, en un abierto desafío al embargo de Estados Unidos contra la isla.
La caravana, que cruzará a México por el puente entre las ciudades de McAllen, Texas (sur), y Reynosa, Tamaulipas, es organizada por la Fundación Interreligiosa por la Organización Comunitaria (IFCO, por sus siglas en inglés), que se opone activamente al embargo vigente desde 1962.
"Este es un gesto para hacer frente y desafiar al bloqueo estadounidense, nosotros no pedimos permiso ni una licencia especial del gobierno estadounidense", explicó una portavoz del grupo, Jennifer Wager.
"La ayuda humanitaria de 100 toneladas es simbólica, no puede reparar el daño que el bloqueo estadounidense le ha causado al pueblo de Cuba", afirmó.
La IFCO ha organizado estas iniciativas de desobediencia civil hacia Cuba desde hace 20 años, dijo Wager.
La caravana comenzó en Canadá, recorrió cientos de ciudades estadounidenses recolectando la ayuda y, tras cruzar la frontera mexicana, partirá hacia Cuba el viernes desde la ciudad costera de Tampico, para llegar a la isla el sábado.
"En este momento no sabemos qué esperar de las autoridades estadounidenses al cruzar hacia México, si tratarán de detenernos, demorarnos o quitarnos algo de la ayuda", como ha sucedido en anteriores ocasiones, precisó Wager.
Al entrar a Estados Unidos desde Canadá, las autoridades confiscaron parte del cargamento, sobre todo material deportivo, señaló la portavoz, quien especificó que la ayuda consiste principalmente de material médico y de construcción.
La caravana debe atravesar el estado de Tamaulipas uno de los más afectados por la ola de violencia del crimen organizado en México, pero Wagner asegurño que la organización trabaja con las autoridades federales mexicanas y con grupos en ese país para "garantizar la seguridad" de la iniciativa.
Dentro de Cuba, el grupo visitará hospitales, centros culturales, iglesias y otras organizaciones.
Esta caravana viaja a Cuba una semana después de que llegara a la isla por primera vez en medio siglo un barco con carga marítima directamente desde Miami, en un nuevo paso de flexibilización del embargo.