Así quedó el estado del bus tras el artefacto explosivo que detonó en su interior.
APSOFÍA.- Este lunes medios búlgaros dieron a conocer nuevos antecedentes respecto al atentado suicida que afectó a cinco turistas israelíes el pasado 18 de julio en un aeropuerto de Burgas, cuando explotó una bomba en el autobús en el que se desplazaban.
Citando fuente cercanas a la investigación, la cadena de televisión privada bTV informó que el autor del atentado había estado en Varna, a orillas del Mar Negro "al menos el lunes 16 de julio", 48 horas antes del atentado.
"Huellas biológicas" de su estadía fueron obtenidas por los investigadores en un hotel de Varna, según bTV.
De acuerdo al medio Trud, la policía busca a una mujer que habría estado con el autor del atentado en el mismo Hotel Perfekt.
Esta mujer podría también haber estado en relación con un eventual segundo hombre que, según la policía, sería un cómplice del kamikaze, agregó el diario citando fuentes allegadas a la investigación.
El cotidiano también dio cuenta de las declaraciones de un chofer de taxi, que dijo que en la víspera del atentado había conducido al autor del atentado, que hablaba "ruso correctamente", de Ravda a Pomorie, dos localidades costeras al norte de Burgas.
El servicio de prensa del Ministerio búlgaro del Interior se limitó a declarar que "no comentaba las informaciones de la prensa".
Hasta ahora, las autoridades búlgaras han informado que el autor del atentado podría haber tenido unos 36 años, que tenía una falsa cédula de conductor estadounidense, que no era búlgaro, que había permanecido en el país "durante al menos cuatro días".
Además, informaron que explosivo utilizado en el atentado estaba constituido por tres kilos de trolita, llamado también tolita, fabricado con trinitrotolueno (TNT).
Por otra parte, la cartera de Interior había difundido un video de una cámara de vigilancia del aeropuerto de Burgas mostrando a un hombre blanco que podría ser el kamikaze, deambulando por el aeropuerto. Llevaba los cabellos largos y quizás una peluca.
Israel imputó el atentado suicida a Irán como instigador, lo que Teherán niega vehementemente, y al movimiento chiíta libanés Hezbollah como ejecutante.