CENTENNIAL.- La fiscalía inculpó este lunes a James Holmes de 24 cargos de asesinato y 116 de intento de asesinato por el sangriento ataque en un cine en Colorado, Estados Unidos, ocurrido hace 10 días, en una de las peores masacres de la historia reciente del país.
El viernes 20 de julio, 12 personas murieron y 58 resultaron heridas, cuando el sujeto irrumpió en el estreno de medianoche de la última cinta de Batman, "The Dark Knight Rises", y comenzó a disparar sin previa provocación.
Por cada una de las víctimas fatales, Holmes fue acusado de dos cargos: uno de asesinato en primer grado y otro de asesinato en segundo grado con "indiferencia depravada".
Además, Holmes recibió un cargo por posesión de explosivos, luego que se descubriera que en su residencia mantenía una gran cantidad de bombas.
Los persecutores señalaron que les tomará varias semanas decidir si pedirán la pena de muerte, cuyo proceso exige la presencia en los tribunales de los testigos, lo que podría resultar psicológicamente devastador para ellos.
De ser declarado culpable de esos cargos, James Eagan Holmes sería condenado a una sentencia mínima de cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional, aunque la Fiscalía todavía podría pedir la pena de muerte si encuentra que hubo premeditación en el ataque del pasado 20 de julio.
El juez a cargo del caso, William Sylvester, le preguntó al imputado si accedía a dejar sin efecto su derecho a una audiencia preliminar dentro de 35 días. Holmes dijo "Sí", siendo esa la única palabra que pronunció durante la audiencia.
La nueva audiencia será el próximo 12 de noviembre. Se espera que ese procedimiento, en el que se leerá el acta completa de los cargos, lleve una semana.
Sylvester también convocó a otra audiencia para el 9 de agosto por la mañana, para responder a una petición por parte de 21 medios locales y nacionales de levantar el secreto del sumario, impuesto por el propio juez el mismo día de la masacre.
El magistrado ordenó un fuerte operativo de seguridad, por el que se restringió la presencia de periodistas dentro del tribunal y se prohibió el uso de artefactos electrónicos en el recinto.
Además, se preparó una sala especial para familiares de algunas de las víctimas, para que pudieran seguir los procedimientos.
Holmes permanece alojado en confinamiento solitario en la cárcel del condado Arapahoe y está representado por dos defensores públicos, Tamara A. Brady (quien se sentó junto a Holmes en la primera audiencia judicial) y Daniel King.
La fiscal del Condado Arapahoe, Carol Chambers, dijo antes de la audiencia que este caso no es un caso "de fácil resolución".
Parte del problema es la gran cantidad de evidencia que tanto la Fiscalía como la defensa deben revisar. Otra parte del problema es la posibilidad de que la Fiscalía eventualmente pida la pena de muerte para Holmes, si se determina que existió "extrema indiferencia o premeditación" al cometer el crimen.
Y otro elemento que complica la situación es el hecho de que las autoridades no han revelado el posible motivo de la masacre.