QUITO.- Ecuador anunciará este jueves esta mañana si concede asilo político a Julian Assange, refugiado en su embajada en Londres, y denunció amenazas británicas de asaltar la legación para detener al fundador de Wikileaks a fin de extraditarlo a Suecia.
La presencia policial frente a la embajada ha sido reforzada, con una decena de policías visibles, aunque la calle no está cerrada al tránsito.
Un puñado de manifestantes favorables a Assange pasó la noche frente a la misión, alertados por la denuncia de que las fuerzas de seguridad británicas podrían invadir el lugar.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, denunció el miércoles haber recibido una "amenaza expresa y por escrito" de que el Reino Unido podría asaltar la embajada si Ecuador rehusaba la entrega de Assange" e indicó que el gobierno de Rafael Correa comunicará su decisión oficial el jueves a las 12H00 GMT.
"Ecuador rechaza en los términos más enérgicos la amenaza explícita de la comunicación oficial británica", cuya ejecución sería violatoria de la Convención de Viena, añadió, y anunció una "convocatoria a una sesión extraordinaria" de la OEA (Organización de Estados Anericanos) "ante una amenaza a un Estado americano".
El Foreign Office afirmó el miércoles que "Gran Bretaña tiene una obligación legal de extraditar a Assange a Suecia para que responda a los cargos de agresión sexual" y que el gobierno de David Cameron está "decidido a cumplir esa obligación".
Londres podría justificar un ingreso a la embajada por una ley de 1987 sobre el estatus de las representaciones diplomáticas y consulares que permite revocar la inmunidad diplomática de una embajada en territorio británico.
Assange, de nacionalidad australiana, fue detenido en Londres en diciembre de 2010 a pedido de Suecia, que lo requiere por supuestos delitos de agresión sexual que él niega haber cometido.
Pero Assange, que estaba en libertad condicional, perdió sus últimas apelaciones y se refugió en la embajada ecuatoriana el 19 de junio, por temor de que Suecia no sea más que una etapa previa a su entrega a Estados Unidos, donde sería pasible de un juicio por espionaje, pasible de la pena de muerte.
El fundador de Wikileaks está en la mira de Estados Unidos desde que ese sitio divulgó entre 2009 y 2010 más de 250.000 cables diplomáticos de Washington y documentos sobre las guerras en Irak y Afganistán.
Wikileaks consideró que una intervención de ese tipo supondría un ataque "hostil y extremo" contra los derechos de los solicitantes de asilo.
La madre de Julian Assange, Christine, dijo en Sídney estar "furiosa" por la amenaza británica de sacar a la fuerza a su hijo de la embajada, denunciando una subordinación de Londres a Estados Unidos, y pidió a la ministra de Justicia australiana, Nicola Roxon, que protestara ante esa eventualidad.
Pero Roxon señaló que, más allá del "absoluto interés" en la situación, puede hacer poco por Julian Assange, quien ha criticado en varias ocasiones el manejo del caso por Canberra.
"Por supuesto tuvimos un contacto a nivel diplomático y por supuesto le dimos asistencia consular pero al final (...) es un tema entre Assange y Ecuador", dijo Roxon a la radio ABC. "Parece ser más bien ahora un tema entre Ecuador y Gran Bretaña", añadió.