SYDNEY.- El Gobierno de Australia confirmó este sábado que contactó en ocho ocasiones al australiano Julian Assange desde que está refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres.
Según la oficina del ministro de Asuntos Exteriores del país oceánico, Bob Carr, el último de estos llamados a nivel consular con el fundador de Wikileaks tuvo lugar el pasado martes, dos días antes de que Quito le concediera asilo diplomático.
Personal consular australiano realizó la comunicación a través del personal de la Embajada ecuatoriana que, posteriormente, transmitió los mensajes a Assange, quien está en el interior de la embajada ecuatoriana desde el pasado 19 de junio.
Durante estas conversaciones, el líder de Wikileaks declinó la oferta de asistencia consular aunque la agradeció, según informó el canal estatal de televisión "ABC".
Assange se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres tras burlar un arresto domiciliario y para evitar su extradición a Suecia, que le reclama por varios supuestos delitos sexuales.
Desde que fue detenido en el Reino Unido en diciembre de 2010 la defensa de Assange ha tratado por todos los medios de evitar su entrega a Suecia por temor a que sea extraditado desde allí a Estados Unidos, el país más perjudicado por la difusión de miles de cables diplomáticos secretos de Wikileaks.
Nuevos antecedentes
Documentos oficiales desclasificados y publicados por el grupo australiano de medios de comunicación Fairfax revelan que Washington persigue la extradición de Assange para procesarle por cargos como los de espionaje y conspiración.
Según estos informes, la Embajada australiana en Washington estuvo al corriente de una investigación norteamericana de 18 meses contra Assange y "se toma seriamente" la posibilidad de que el fundador de Wikileaks sea extraditado a Estados Unidos.
Los documentos muestran que el Gobierno de Camberra no ha puesto ningún inconveniente a una posible extradición del activista australiano y por medio de su embajador en Washington ha solicitado ser avisado con antelación en el caso de que vaya a consumarse la medida.
Este extremo fue confirmado por el ministro de Comercio, Craig Emerson, quien en declaraciones al citado canal de televisión dijo que "lo que ha ocurrido es que la embajada hace su trabajo y se prepara ante la posibilidad de una extradición".
Sin embargo, calificó los preparativos como "planes de contingencia" y precisó que hasta el momento el Gobierno de Australia carece de evidencias de que Estados Unidos esté preparando la extradición de Assange.
El ministro de Exteriores, Bob Carr, también aseguró en mayo ante el Senado australiano que Estados Unidos no tenía ninguna intención de procesar al fundador de Wikileaks.