BOGOTÁ.- Un grupo de taxistas bogotanos mantuvo este lunes la convocatoria a huelga para mañana martes pese a los intentos del Gobierno colombiano y de la Administración de la capital de mediar con el gremio y evitar que el paro derive en eventuales bloqueos y complicaciones en la movilidad.
Los conductores rechazan la resistencia de la Alcaldía de Bogotá a revisar el nuevo sistema de restricción al tráfico en vigor desde julio, que, aseguran, les ha causado cuantiosas pérdidas.
El edil bogotano, Gustavo Petro, quien guarda reposo tras una operación de drenaje en el cerebro el pasado 9 de julio, propuso un "peak y placa" que hace coincidir la circulación de los vehículos con matrícula par en los días pares e igual con los impares, en las dos franjas con mayor tráfico de la jornada.
Los taxistas pidieron que al menos se considere ampliar dos horas este espacio, pues en el tiempo en el que no se aplica la medida los bogotanos han optado por utilizar sus propios vehículos, lo que redujo ostensiblemente las ganancias de los conductores y tampoco soluciona el grave problema de movilidad en Bogotá.
"Celebro que el vicepresidente (Angelino Garzón) haya hecho (en una reunión ayer) semejante esfuerzo por acompañar las negociaciones, pero la insistencia del alcalde sobre los buenos resultados del pico y placa no nos dejan opción", señaló el líder de la Asociación Nacional de Propietarios y Conductores de Taxi (Asoproctax), Hugo Ospina.
Según dijo Ospina en la emisora W Radio, él representa a 19.800 de los 53.000 taxistas que se estiman en Bogotá y a la iniciativa del paro se sumarán también algunos conductores de autobús y el Sindicato Nacional de Taxistas (Sinaltax).
Tras los esfuerzos del vicepresidente Garzón, quien se reincorporó recientemente tras haber sufrido una isquemia cerebral en junio, asumió la representación del Gobierno nacional el ministro de Transporte, Miguel Peñaloza.
Peñaloza instó a los taxistas a dar un margen de mes y medio a la alcaldía para revisar la medida, pues ese era el plazo de prueba estimado por Petro para tratar de acostumbrar a los bogotanos a no comprar más vehículos y dejar de saturar las vías metropolitanas.