El fundador de Wikileaks está asilado en la embajada de Ecuador en Londres.
EFELONDRES.- El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, descartó que Julian Assange haya cometido delitos sexuales, como es acusado en Suecia, porque "compartir la cama no es violación".
Las afirmaciones del Mandatario sudamericano fueron publicadas hoy en una entrevista del "Sunday Times".
Correa agregó que las denuncias de presunta violencia sexual contra el fundador de Wikileaks "no son delito en América Latina" y tampoco "serían delitos en el 90-95% del planeta".
"No usar preservativo en un acto sexual de una pareja no es un delito en América Latina", aclaró.
Assange recibió asilo político en la embajada ecuatoriana en Londres.
Dos mujeres, con quienes Assange mantuvo sexo consentido, lo acusaron en agosto de 2010 por presunta violación y agresiones sexuales, luego de que difundieran miles de documentos privados del Departamento de Estado norteamericano.
Se trata de Sofia Welin, una reportera gráfica del diario "Gotlands Folkblad", que conoció a Assange en la conferencia que el australiano brindó en Estocolmo. Días después Welin lo invitó a pasar una noche en su casa, en el oeste del país.
La otra mujer que lo acusa de coerción, sexo sin uso de condón y acoso es Anna Ardin, vocera del partido Socialdemócrata, que invitó a Assange a visitar la capital sueca. Ardin estuvo en contacto esos días con Assange y lo albergó en su casa.
Vargas Llosa: Son "tal para cual"
En tanto, el novelista Mario Vargas Llosa sostuvo que Correa y Assange "son tal para cual" por los aparentes abusos a la libertad de expresión cometidos por ambos.
Según el premio Nobel de Literatura, existe "tal maraña de confusiones y mentiras" respecto a Assange, que "hay millones de personas convencidas en el mundo de que el desgarbado australiano (...) es un perseguido político de los Estados Unidos al que ha salvado in extremis nada menos que el Presidente Rafael Correa de Ecuador".
El gobierno ecuatoriano, después de los de Cuba y Venezuela, "ha perpetrado los peores atropellos contra la prensa en América Latina, cerrando emisoras, periódicos, arrastrando a tribunales serviles a periodistas y diarios que se atrevieron a denunciar los tráficos y la corrupción de su régimen", apuntó Vargas Llosa en un artículo publicado en Lima.
A juicio del escritor peruano, el supuesto riesgo de que, si es entregado a la justicia sueca, el gobierno de Suecia pueda entregarlo a Estados Unidos es, por ahora, "una presunción desprovista de todo fundamento y no tiene otro objeto que rodear al personaje de un aura de mártir de la libertad que ciertamente no se merece".
Vargas Llosa afirmó que "Assange no es en la actualidad una víctima de la libertad de expresión, sino un prófugo que utiliza ese pretexto para no tener que responder a las acusaciones que pesan sobre él como presunto delincuente sexual".
Al analizar la popularidad ganada por Assange tras la difusión de miles de documentos secretos de Estados Unidos, el novelista indicó que sus partidarios deberían recordar que la otra cara de la libertad es la legalidad y que, sin ésta, aquella desaparece a la corta o a la larga.
"La libertad no es ni puede ser la anarquía y el derecho a la información no puede significar que en un país desaparezcan lo privado y la confidencialidad y todas las actividades de una administración deban ser inmediatamente públicas y transparentes", agregó.
Según el laureado escritor, "en las actuales circunstancias no hay razón alguna para considerar a Julian Assange un cruzado de la libertad de expresión, sino más bien un vivillo oportunista que, gracias a su buen olfato, sentido de la oportunidad y habilidades informáticas, montó una operación escandalosa que le dio fama internacional y la falsa sensación de que era todopoderoso, invulnerable y podía permitirse todos los excesos".
Vargas Llosa asegura que Assange se equivocó y "no es imposible que se le recuerde sobre todo por la involuntaria ayuda que ha prestado, creyendo actuar a favor de la libertad, a sus enemigos más acérrimos".