WASHINGTON.- Los ciudadanos del medio oeste estadounidense anhelan la llegada de la tormenta tropical "Isaac", pues esperan que el agua pueda paliar los efectos de una de las peores sequías en la región.
Los estados afectados son Illinois, Indiana, Iowa, Michigan, Missouri y Ohio entre otros, y el presidente Barack Obama declaró a comienzos de agosto que estaba preocupado por esta sequía, que no se sufría desde 1956 y a la cual calificó como "histórica y devastante".
"Isaac", que pese a haberse degradado de huracán a tormenta tropical sigue teniendo fuerza, dejó un rastro devastador a su paso por la costa del Golfo. Hoy pasó Arkansas y ahora se dirige hacia Missouri y el valle del Ohio, informó el servicio nacional de meteorología, que advirtió del riesgo de crecidas.
Entre tanto, las autoridades de Louisiana siguen luchando contra los destrozos causados por el paso del huracán. Al menos cuatro personas murieron, señalan fuentes oficiales. Los servicios de rescate siguen peinando las zonas residenciales inundadas. Entre la masa de agua se ven caimanes y culebras, informó CNN.
Las autoridades intentan controlar el desagüe de la crecida para evitar que se rompa el dique en la frontera con Mississippi. Mientras, cientos de miles de personas recuperaron la electricidad en su casa después de días de cortes. En las grandes ciudades abrieron la mayoría de negocios. El lunes, el presidente Barack Obama planea viajar a la zona.